Domingo, 21 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6244.
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LA FRASE (51)
"Somos una pandilla de farsantes que trabajamos para distraer a "snobs" y estamos vendidos a la puta pela"
-SANTI SANTAMARIA / Cocinero
JOSÉ ANTONIO MARINA / Filósofo

El primer cocinero español en conseguir la máxima puntuación de Michelin, acaba de escandalizar al Congreso Internacional de Gatronomía Madrid Fusión, diciendo cosas como la que comento. Se burló de la cocina que «se traslada a un escenario intelectual y se hace sólo para ser vista». El triunfo de la cocina experimental, deconstructiva, posmoderna me interesa como fenómeno sociológico. Con cierto retraso, forma parte del «giro lingüístico» que acometió a la filosofía como un virus, convirtiendo la realidad entera en discurso sobre la realidad. A la nueva cocina le sucede algo semejante. Se ha convertido en discurso sobre la cocina, y sin el discurso no es nada. Santamaría ha sido muy perspicaz al decir: «La verdad de la cocina no se encuentra en las palabras». Hace años, Jean-François Revel publicó un libro titulado «El festín en palabras», sobre los intermediarios lingüísticos del comer. «Todo menú es un ejercicio de retórica», decía. Pero, en este momento se ha caído en un barroquismo literario sorprendente. Un crítico explica así un plato de la carta 2006 de El Bulli: «Dentro de la boca el salmonete se transforma en un animal vivo, que cruje y libera aromas de carne suave y delicada, asada con mimo en una barbacoa junto a la orilla del mar». Santamaría ha sido muy atrevido al utilizar la palabra «snob», que significa «persona que acoge las novedades por admiración necia o por darse tono». Lo dice Santamaría. Yo sólo quería hablar de filosofía.

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