Domingo, 21 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6244.
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 CRONICA
FALSIFICACIONES / ZAPATILLAS DE 1.500 EUROS A 50
China envía sus copias por correo

El fenómeno. Phil Knight se jugó su futuro a una sola carta. Corría 1983 y el propietario de Nike había comercializado con éxito sus Air Force One, la primera zapatilla con cámara de aire incorporada, aunque le faltaba el golpe maestro para revolucionar el mercado del calzado deportivo en EEUU. Su as bajo la manga estaba encarnado en un semidesconocido jugador de la Universidad de Carolina del Norte llamado Michael Jeffrey Jordan. Se trataba de una futura estrella, pero con algo más en su forma de jugar, una especie de carisma ganador, un atractivo que pronto sería admirado por millones de personas en todo el mundo. Knight lo tuvo claro: todo lo que llevara este jugador en la cancha o fuera de ella se vendería como rosquillas. Y lo fichó para su marca.

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Cuando Nike presentó sus Air Jordan I en 1985, muchos adolescentes faltaron a clase para comprarse la que sería la primera de una larga lista de zapatillas legendarias. La vanguardista AJI inauguró una nueva era no sólo en el baloncesto, sino en la venta de material deportivo gracias a su diseño agresivo y rompedor. La NBA empezó prohibiéndolas porque violaban su anticuado protocolo de uniformidad, por lo que se hicieron más populares. El beneficio que obtuvo la marca aquel año: 90 millones de euros.

Algunos de los modelos fabricados por Nike durante más de dos décadas -uno diferente cada año- son hoy piezas de coleccionista que pueden valer miles de euros. Nike ha reeditado algunos para satisfacción de nostálgicos, pero en pocos días desaparecen de las tiendas. Otros nunca han vuelto a verse en los escaparates, por lo que sólo pueden encontrarse en las pujas cibernéticas del portal eBay a precio de oro.

Las Air Jordan siempre se han vendido bien y los falsificadores chinos lo saben. Por eso muchos empresarios de Shangai y Hong Kong no sólo fusilan los 21 diseños de la zapatilla del jumpman (saltador), sino que improvisan sus propias versiones: colores nunca vistos en los catálogos, materiales como el plástico transparente, elementos de modelos distintos combinados... Si han copiado los vestidos de Prada, los tacones de Gucci o los bolsos de Fendi, ¿por qué no se iban a atrever con las míticas babuchas del 23 de los Bulls?

Muchos portales chinos ofrecen por Internet sus reproducciones -algunas de gran calidad- y las envían por correo a compradores de todos los continentes por unos 50 euros, menos de la mitad de lo que cuestan en tienda (unos 120). Las Air Jordan se han convertido en el último negocio de una industria pirata que factura al año 24.000 millones de euros.

Con una simple búsqueda en google se accede a los muestrarios. El pago, mediante tarjeta de crédito una vez que el comprador ha elegido talla y color. Días después, unas flamantes Air Jordan clonadas salen del puerto de Hong Kong hacia el lugar del planeta donde se encuentre el comprador. De momento, sólo pueden conseguirse por correo, ya que en España la venta en las tiendas es ilegal al tratarse de copias fraudulentas.

CRONICA ha adquirido por Internet un par de Air Jordan VI, una de las más cotizadas por ser la que utilizó el jugador para ganar su primer anillo NBA en 1991. El objetivo es compararla a un par original propiedad de la tienda Non Stop de Madrid. En Internet se pagan a 1.500 euros, pero un vendedor de Shangai las oferta a 50. Las diferencias entre las dos son mínimas. ¿Cómo es posible? La exactitud en las reproducciones hace sospechar a las marcas que se trata de productos fabricados en sus propias factorías o en otras cuyas máquinas estarían programadas con los patrones que se usan para realizar las zapatillas originales. La caja de cartón y la tarjeta de identificación también se falsifican. Las pocas diferencias que saltan a la vista se deben a una hábil maniobra de Nike: anunció una reedición en 2000 de este modelo número VI, y mandó logos falsos a sus fábricas antes de tiempo para que se fueran filtrando a la industria de la piratería. Después, la compañía rectificó estos detalles. Las factorías de reproducciones ya exportaban miles de zapatillas con los logos falsos.

Fuentes de Nike España aseguran que «todos los productos más punteros de la marca siempre son los más falsificados, como toda la gama Air Jordan». Puede que el fenómeno no sea nuevo, pero cada vez es más común ver en los pies de muchos jóvenes españoles -y no tan jóvenes- los clones chinos de estas legendarias zapatillas. Ni el mejor jugador de la Historia ha podido vencer a los falsificadores. / S. RIVAL


CLAVES

HASTA 35.000 DOLARES

Ediciones de la zapatilla Air Jordan: 21, una por año desde 1985 / Precio en tienda de un modelo reeditado: 120 euros / Precio de una reproducción: 50 euros / Los primeros modelos pueden alcanzar más de 6.000 euros en pujas de Internet / Lo máximo pagado por unas Air Jordan: 35.000 dólares. Fueron usadas por Michael y firmadas por él.

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