Quién fue, dónde nació Lupe Sino y qué hizo antes de conocer a Manolete? Sepámoslo de una vez para general conocimiento, ahora que esta biografía y una película recuperan su figura de chica topolino de los años 40. Se llamaba Antonia Bronchalo Lopecino, nació en Sayatón (Guadalajara) el 6 de marzo de 1917, aunque no fue registrada en el Juzgado hasta el 21 de octubre de 1937. Fue hija de Nicomedes y Eugenia, campesinos republicanos que tenían su casa en la Cuesta del Río, nº1, a orillas del Tajo, «casi una cueva» aclara su actual alcalde, Luis Bronchalo, que no es pariente suyo.
El matrimonio tuvo seis hijas: Benita, Basilia, Antonia, Claudia, Anunciación y Mari Pili y dos hijos, Emilio y Félix. En 1928, Benita y Basilia servían en Madrid en la casa de Félix Huarte Goñi, mientras Anunciación y Mari Pili estaban en un colegio de monjas que les pagaba Antonia. A su hermano Félix le puso una carbonería, recuerda su vecino el octogenario Abundio Bronchalo en su casa de Sayatón. «Antoñita tenía un gran corazón; nunca renunció a sus raíces ni ocultó a nadie la humildad de su familia. Todo lo que hizo, que ya es sabido, fue por necesidad para ayudar a su familia».
A Antonia le sorprende la guerra en Madrid. Sobrevive gracias a su encanto personal, del que en seguida se prendan los caballeros que frecuentan el museo de bebidas de Perico Chicote. Ahí conoce, entre otros, a Domingo Ortega y Marcial Lalanda.
Aunque sus sobrinas aseguran la soltería de Lupe, en el acta de nacimiento figura una anotación que dice: «Se pidió certificación de casamiento el 10 de junio de 1941, expidiéndosela y la de soltería». Se casó con Antonio Rodríguez, correligionario del anarcosindicalista Cipriano Mera.
En 1942 rodó su primera película La famosa Luz María, de Fernando Mignoni, y después, 1944, El testamento del virrey. Muerto Manolete, la contrató Neville para El marqués de Salamanca (1948) y en México hizo Un corazón en el ruedo (1959).
Lupe y Manolete se conocieron en Chicote. De todos sus amigos o protectores, él era el más importante. ¿Vio Lupe al soñado mirlo blanco que le brindara una vida regalada? ¿Cayó él en las redes de una mujer de mundo? Posiblemente ambas cosas trajeron luego el amor. Apuraron la vida con pasión en México, donde el público adoraba a Manolete. Esta relación sentimental siempre fue mal vista por doña Angustias, Camará, su apoderado de las gafas negras, y el entorno del torero. Manolete perdió la cabeza por Lupe y ella se aprovechó de su debilidad. La cuadrilla le llamaba La serpiente.
Cuando el diestro fue herido de muerte en Linares, el 27 de agosto de 1947, Lupe Sino abandonó el balneario de Lanjarón, en Granada, para acudir al hospital de los marqueses de Linares con el sospechoso propósito de contraer matrimonio con Manolete in artículo mortis. El apoderado Camará y el albacea Alvaro Domecq lo impidieron. Así, como en un drama, acabó la relación de la alcarreña más famosa, tras la princesa de Éboli, con el torero de la triste figura.
Lupe regresó a México donde se casó con el hijo del director del Banco Nacional, José Rodríguez, del que se separó regresando a España. Murió en Madrid el 13 de septiembre de 1959. Sólo el diario ABC despachó con una gacetilla la noticia del óbito el lunes 14. «El domingo falleció en Madrid, a los 42 años, doña Antonia Bronchalo a consecuencia de un derrame cerebral. Fue artista cinematográfica, más conocida por Lupe Sino (...) Había interpretado los principales papeles femeninos en varias películas españolas. Posteriormente se trasladó a México donde rodó dos películas y contrajo matrimonio. Son incontables los testimonios de pésame que reciben sus deudos en el domicilio de la finada, Rosales, 62». La necrológica no sólo elude cualquier referencia a su relación con Manolete sino que le da una categoría que como actriz nunca tuvo. Información aséptica conforme a los postulados del Régimen. No apareció ninguna esquela mortuoria y se silenció igualmente que murió sola. Tampoco aparece su biografía en ninguna de las enciclopedias consultadas.
Lupe fue enterrada el 15 de septiembre de 1959 en el cementerio madrileño de Hortaleza, en una sepultura donde descansaba su madre, Eugenia Lopesino Burgos, desde 1953.
«Manolete. La vida y los amores de un torero de leyenda», de
Juan Soto Viñolo
(ed. La Esfera), sale a la venta el martes.