NACIO: En Valladolid, en 1939. Fue bailarina antes de convertirse en actriz. PROTAGONISTA: En títulos históricos del cine español como «Las chicas de la Cruz Roja», o «Teresa de Jesús», en televisión. DIVORCIADA: Del productor Paco Marsó. Es madre de dos hijos.
Apesar de una caída en el camerino, Concha Velasco ha estrenado en el teatro de La Latina de Madrid Filomena Marturano, un papel con el que sueña cualquier actriz. Concha, con la carrera más completa del mundo del espectáculo, inicia nueva etapa en su vida personal, empieza de cero económicamente y reclama respeto para su vida privada.
PREGUNTA.- En Francia, artistas como usted son como monumentos nacionales, los más respetados.
RESPUESTA.- Vivimos un momento en nuestro país sin valores morales, en una incultura absoluta. Cuando hago la promoción de mi obra me hacen que explique a qué ideología pertenezco, en qué religión creo, te preguntan si estás casada o divorciada. Hemos perdido la libertad, me siento observada de forma indecente, y no cómo actriz. Te graban cuando vas en tu coche, nadie te pide permiso... Nos están destrozando la vida a muchas personas.
P.- Usted, que no ha parado nunca de trabajar, siempre con éxito en todo, tendría que ser una de las artistas más ricas del mundo del espectáculo. Y sin embargo...
R.- Desde luego. Pero mira, hoy mismo una jueza me ha reclamado el dinero ¡de los focos de Hello Dolly! Y ya ves, mi ex marido va contando por ahí que él se ha ocupado de liquidar y de pagar todo, que ha asumido sus responsabilidades. Yo le he dicho a la jueza que dónde hay una factura con mi firma, dónde están esos focos. ¿Es que nunca dejaré de estar pagando las deudas de otros?
P.- Deudas que le han costado su ruina.
R.- He tenido que vender el chalé de La Moraleja para pagar a Hacienda, me he venido a este piso con una hipoteca a 30 años... Y ahora vienen con los focos. No hay derecho.
P.- ¿Cómo se ve hoy a Filomena Marturano?
R.- Totalmente actual. Es una mujer que reclama a su pareja de 30 años que reconozca a sus tres hijos por igual, aunque sólo había tenido uno con él. Es una cuestión de honor y derechos humanos, frente al machito de siempre al que una sociedad permisiva le consiente ese estatus de poder. ¡Seguro, además, que le pegaba cada torta a Filomena...!
P.- ¿Qué opinión le merece esa mujer española que recientemente ha sido madre a los 67 años, y además de gemelos?
R.- Pues una barbaridad, como todo lo que es antinatural. ¿Qué va a hacer a esa edad o más adelante con esas dos criaturas? ¿Quién se va a ocupar de ellos cuando ella ya no pueda hacerlo? Una locura.