En la plaza del pueblo, junto al Ayuntamiento, se desplegó una pancarta con el lema de la concentración: Nuestra más absoluta repulsa por el asesinato de Miguel Grima. Tras guardarse cinco minutos de silencio, el acto concluyó en medio de aplausos y con gritos de: «Miguel, siempre te recordaremos».

Antes del comienzo del acto, se celebró en el Ayuntamiento de la localidad pirenaica un Pleno extraordinario del Consorcio para el Fomento y Desarrollo de los Valles, del que forman parte los municipios de Fago, Ansó, Hecho, Aísa, Jasa, Aragüés del Puerto y Borau.

El Pleno recordó la figura de Miguel Grima y aprobó el manifiesto de condena que hace unos días elaboró la Comarca de la Jacetania, de la que el regidor asesinado era consejero. Luego, se celebró la concentración en la plaza de Fago, convocada inicialmente por un grupo de vecinos y a la que se sumaron más tarde asociaciones, colectivos y el Consorcio de los Valles.

A la concentración asistieron el presidente del Consejo Comarcal, Alfredo Terrén, el alcalde de Jaca, Enrique Villarrolla, el alcalde de Ansó, Enrique Ipas, y el presidente regional del PP, Gustavo Alcalde, entre otros.

Una vecina fue la encargada de leer el manifiesto de condena: «Nos resulta muy triste hoy vernos obligados a reunirnos en un lugar tan idílico para condenar un acontecimiento tan trágico como es el atroz asesinato de Miguel Grima, alcalde de Fago», decía el comunicado, en el que además se precisaba la intención de «afirmar lo mejor que nos une como seres humanos, la fraternidad y el legítimo e inalienable derecho a la vida. Nos une el convencimiento de que no existe causa alguna que justifique ningún asesinato», subrayaba.

Palabras de unidad que resonaban extrañas en este pequeño municipio de tan sólo 35 habitantes, donde las diferencias han sido la moneda corriente de los últimos años. «En estos pueblos pequeños», continuaba el manifiesto, «comprometerse tiene sus riesgos. Recuerda: si no quieres que hablen mal de ti, no hagas nada. Más cómodo es para muchos criticar o mantener ciertas prebendas a cualquier precio. Pero Miguel estaba vivo, apostó fuerte, incluso por personas que hoy incomprensiblemente le dan la espalda. Quizás algunos le deban demasiado y ser agradecidos les dolía», y añadía: «No podemos entender cómo alguien ha podido envalentonarse para cometer un vil asesinato. Y para que ello ocurra, no lo olvidemos nunca, han tenido que concurrir dos cosas: un ejecutor dispuesto y un ambiente de rumores y presiones».

En el comunicado se recordaba también la figura del regidor: «Pretendemos absurdamente entender lo que ha pasado y no podemos. Miguel llegó a Fago muy ilusionado y escogió este bello rincón como proyecto de vida. Esa ilusión y esa energía lo llevaron a ser alcalde. Porque en estos pueblos pequeños ya nadie quiere tirar del carro y pocos confían en recuperarlos de su condenado olvido».

El presidente del PP aragonés, Gustavo Alcalde, que acudió a la concentración junto a otros dirigentes del partido, pidió que se eviten las especulaciones que «dañen» la imagen del edil desaparecido y que «machaquen la figura de un pueblo y de unos valles que son una fuente de armonía». «Que eso no quede empañado por la acción de unos asesinos salvajes», añadió Alcalde.

Ha pasado una semana desde que fue encontrado el cadáver de Miguel Grima y, por el momento, no hay ningún detenido. El matrimonio que se topó la noche del crimen con el coche del alcalde -donde había un hombre con una linterna vestido con un mono- ha pedido protección a la juez que instruye el caso.

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