El paquete incluye cuatro medidas que afectarán al tramo de 12 estaciones situado entre Plaza Elíptica y Avenida de América, las que registran un mayor número de averías e incidencias. Entre las anunciadas ayer, poner «más trenes en hora punta, entre 7.30 y 9.00» en el tramo más afectado y «se incorporarán trenes vacíos en Méndez Alvaro, lo que aumentará el servicio en un 33%». Los 23.000 viajeros que se mueven entre esas dos estaciones podrán ir algo más relajados en sus desplazamientos. También con el objetivo de incrementar la capacidad de la línea «se van a incorporar tres trenes de la serie 7000, que tienen un 10% más de capacidad que el modelo 5000».

A partir del lunes, se contará con «un colectivo de personal de apoyo e información en los andenes» que ayude «a lograr una distribución homogénea de los viajeros en los diferentes coches y en un menor tiempo posible».

Entre los cometidos de estos cerca de 50 empleados de Metro, «asistir al conductor en el cierre de puertas», que en ocasiones debido a las aglomeraciones no se hace correctamente, lo que impide, por el mecanismo de seguridad, que el tren arranque. De hecho, el mal cierre supuso el 32% (58) de las perturbaciones (denominación que incluye problemas que obligan a retrasar el servicio en más de cinco minutos o a desalojar los trenes) de la línea 6 en el mes de diciembre. «Los miembros del equipo de apoyo estarán en todo momento comunicados entre ellos, con el conductor y el cuadro de mandos».

El equipo A se reunirá en el andén con un equipo B, formado por 16 técnicos de operación y mantenimiento. Su trabajo consistirá en solucionar con la mayor brevedad posible las incidencias que se produzcan.

El diagnóstico de la situación revela un aumento notable de viajeros. En 2006, la red de Metro contaba con 53 millones más que en 2003. «En la línea 6, el número de usuarios ha crecido un 21% en hora punta en la vía 1 con respecto a hace tres años», dijo Rodríguez, «y se han incrementado los trenes en un 26%».

Este paquete de medidas se aplicará de manera inmediata, pero a medio y largo plazo hay otros planes. Como «la ampliación de cocheras en Arganzuela Planetario y en Laguna»; la primera estará operativa en febrero y la segunda, en marzo. Se refirió también la consejera al sistema de señalización automática, que ha supuesto una inversión de 52 millones de pesetas y «permitirá incrementar la circulación». En el segundo semestre de 2007, estará operativo en la vía 1, según precisó Rodríguez, y a partir de entonces comenzará a instalarse en la vía 2. En el campo de las inversiones, resaltó los 13 millones destinados a dos nuevas subestaciones en la línea circular.

Antes de que acabe 2007 estarán en la línea seis nuevos trenes de la serie 7000. «Y ya estamos preparando los pliegos para convocar un nuevo concurso para adquirir 25 nuevos trenes con 147 coches que sustituyan los convoyes más antiguos de la línea 6».

En su comparecencia, y después de una semana en la que las averías y las incidencias en la línea gris han provocado quejas entre los usuarios y reproches de la oposición, los sindicatos y las asociaciones de consumidores, la consejera se refirió a los que hablan «de falta de inversión en el mantenimiento»: «No son problemas de mantenimiento, son de otro tipo». Tirando de fama internacional, la que hasta ahora ha acompañado al suburbano madrileño, afirmó: «Tenemos problemas, pero lo del cierre de puertas no es un tema de mantenimiento». En este sentido recordó que la Comunidad «ha invertido 350 millones de euros en tareas de mantenimiento entre 2003 y 2007».

De nuevo, desde la Consejería se insistió en diferenciar entre averías, de las que señaló que se han reducido en un 10%, y las perturbaciones, que se han incrementado. En diciembre de 2006 se produjeron un total de 179 perturbaciones en la línea 6.

Ayer, desde el PSOE, el portavoz de Transportes e Infraestructuras, José Quintana, reclamó al PP «explicaciones convincentes sobre qué ocurre en el Metro, en lugar de gastarse el dinero de los madrileños en propaganda sobre sus supuestas excelencias». Además, el candidato de IU a la Comunidad, Gregorio Gordo, exigió a Esperanza Aguirre que «deje de usar el Metro como arma electoral y garantice un servicio eficaz».