Domingo, 21 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6244.
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Identificado el 'ejecutor' de Litvinenko
Scotland Yard descubre que al ex espía ruso le suministraron en una habitación del Hotel Millenium la dosis mortal de polonio 210
FERNANDO MAS. Corresponsal

LONDRES.- Los investigadores de Scotland Yard que tratan de aclarar la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko han identificado al hombre que lo asesinó, pero ni su imagen ni su identidad han sido reveladas aún.

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El 23 de noviembre de 2006, Litvinenko murió en el Hospital Universitario de Londres tras recibir, el 1 de noviembre, una dosis letal de polonio 210 que lo consumió en tres semanas.

La policía empezó a rastrear por Londres las marcas de radiación dejadas por el veneno. El restaurante Itsu de Picadilly y el Hotel Millenium de Grosvenor Square se convirtieron en los dos escenarios más importantes de este crimen.

Según reveló ayer el periódico The Times, las cámaras del aeropuerto de Heathrow registraron el 1 de noviembre las imágenes de un hombre cuyas características coinciden al pie de la letra con la descripción hecha por Litvinenko de una persona con la que se vio en el Hotel Millenium. Hasta ahora, se sabía que en ese lugar el ex espía había mantenido una entrevista con Andrei Lugovoy y Dimitri Kovtun, dos hombres de negocios. Ahora se sabe también que Litvinenko subió con ellos a una habitación y que allí había un tercer hombre, al que se ha llamado, por ahora, Vladislav.

Vladislav llegó a Londres en un vuelo de la compañía Germanwings procedente de Hamburgo (Alemania). En ese mismo avión viajó Kovtun.

El hombre misterioso grabado por las cámaras de seguridad ha sido descrito como un tipo alto y fuerte, de pelo corto, rizado y moreno, y de no mucho más de 30 años. Accedió a Londres con un pasaporte lituano o eslovaco y para salir utilizó otro perteneciente a un país de la Unión Europea.

En el hotel, Litvinenko habría subido con Lugovoy y Kovtun a una habitación en la cuarta planta para cerrar un negocio sobre empresas de seguridad. Allí estaba Vladislav, que le sirvió un té, donde habría diluido el polonio. El cuarto donde se produjo el envenenamiento sigue cerrado. Los índices de radiación son elevados.

Los detalles aportados por el ex espía ruso a Scotland Yard pocos días antes de morir han sido decisivos para poder armar el puzzle.

Un protagonista clave de toda la investigación, según cita el rotativo londinense, es el ex jefe del KGB en Londres Oleg Gordievsky, quien ha declarado que el tal Vladislav le fue presentado a Litvinenko como una persona capaz de ayudarlo para conseguir un contrato con una empresa de seguridad radicada en Moscú, la capital rusa.

El presunto asesino se habría ido de Londres el mismo día 1 de noviembre, tras realizar su trabajo y, cuenta el periódico, habría sido enviado por orden del Kremlin.

Litvinenko, antiguo agente del KGB y de la actual inteligencia rusa -Servicio Federal de Seguridad (FSB)-, abandonó su país en 2001 y se exilió en Reino Unido. Su vida estaba en peligro después de que revelara que el actual presidente ruso, Vladimir Putin, le había ordenado que asesinara al magnate Boris Berezovsky y había organizado la voladura de un edifico -en el atentado murieron 300 personas- para responsabilizar a los rebeldes chechenos. La intención de Putin era, según Litvinenko, demostrar que el entonces presidente Boris Yeltsin no era capaz de derrotar a los terroristas y que él era la persona adecuada para dirigir el país.

Scotland Yard quiere volver a Moscú para interrogar de nuevo a Lugovoy y a Kovtun, pero los agentes no podrán viajar hasta que los policías rusos que investigan el caso acaben su trabajo en Londres. La policía británica sospecha que las autoridades rusas están ofreciendo a algunos disidentes el perdón y la posibilidad de volver a Moscú. Algunos, como el cineasta Andrei Nekrasov, temen que, si vuelven, su vida estará en peligro. Nekrasov acaba de terminar un documental sobre el asesinato de su amigo Litvinenko -My friend Sacha: A very Russian murder- que le ha encargado la BBC.

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