El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó ayer que espera una rápida recuperación del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, de quien dijo que es «uno de esos hombres que nunca morirá, como el Che Guevara».
En un discurso de poco más de dos horas, que pronunció en la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro para agradecer una medalla, Chávez rindió un homenaje a Castro, quien dejó el poder de forma provisional el 31 de julio, a causa de una grave operación intestinal, de la que se recupera lentamente y que es tratada como secreto de Estado en la isla.
«Fidel está atravesando una situación nada fácil. Hace algunos días conversé con él por teléfono como media hora. Su recuperación es lenta porque, como él dice, la máquina a reparar tiene 80 años», afirmó el presidente venezolano.
En sentido metafórico, Chávez afirmó que Fidel «está de nuevo en Sierra Maestra», donde inició su revolución, pero esta vez «librando una batalla por la vida».
Según el presidente venezolano, muchas personas quieren ver a Fidel Castro muerto y por eso repiten todos los días que el líder cubano ya murió. «A mí me preguntan, pero yo no puedo dar detalles porque no soy su médico. Apenas digo que no sé cuándo morirá, pero que ojalá viva otros 80 años», aseguró el mandatario venezolano, según informa la agencia Efe.
Chávez recordó que, en una ocasión en que emitía desde Cuba su tradicional programa radiofónico semanal, Castro, con una de sus frases más famosas, dijo: «La historia nos absolverá».
«Es algo que él dijo cuando yo ni había nacido. Le dije que yo no podía aceptar esa frase y que, tras 50 años de luchas, él ya había sido absuelto y yo apenas estoy comenzando el proceso», afirmó.
En un discurso que pronunció en español y sin traducción para un público brasileño, el gobernante citó varios mártires latinoamericanos que lucharon por los pueblos de la región, así como a Tiradentes, un héroe de la independencia brasileña y cuyo nombre es el de la medalla con que la Asamblea Legislativa lo condecoró.
Tras referirse a personajes como Tupac Amaru, el Che Guevara y otros de diferentes países, Chávez mencionó al líder liberal colombiano Jorge Eliécer Gaitán, cuyo asesinato en abril de 1948 causó un estallido de violencia en Bogotá.
Durante su discurso, Chávez fue escuchado por más de 400 personas, principalmente representantes de partidos de izquierda y movimientos sociales, que lo saludaron con cánticos contra el imperialismo y la oligarquía y en favor del socialismo.
El presidente venezolano recibió un estruendoso aplauso al final de su discurso cuando se despidió con dos eslóganes: el ya legendario «hasta la victoria, siempre» y el resucitado «patria, socialismo o muerte».