Concluida hace unos meses su primera misión a la Luna, Europa se prepara ya para volver a visitar el satélite terrestre de la mano de varios equipos de estudiantes de ingeniería, incluido un grupo de seis españoles. Su objetivo es diseñar y construir una nave orbital del tamaño de una nevera, que será lanzada a partir de 2010 y, pese a no ser un proyecto profesional, podrá realizar algunas investigaciones.
La misión, denominada ESMO (acrónimo en inglés de Orbitador Lunar de Estudiantes Europeos), es una iniciativa del departamento de Educación de la Agencia Espacial Europea (ESA) y se encuentra ya en su primera fase de desarrollo, que involucra a más de 250 alumnos distribuidos en 32 equipos. El grupo español, perteneciente a la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), está trabajando en la estructura del satélite junto a compañeros de Southampton y Oporto.
«Hay una especie de competición entre todos los equipos para convertirse en el principal durante la siguiente fase, lo que es bueno para el proyecto en su conjunto», según explicó a este diario Julián Fernández, del grupo de la UPM.
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