«Hemos recibido el encargo de elaborar un informe que defina, describa y establezca la viabilidad de un modelo de televisión educativa actual. Que responda a las necesidades de conocimiento en la sociedad de la información y que se ajuste al nuevo contexto mediático», señala Pérez Tornero. Una de sus premisas es no sólo diseñar un modelo de televisión sino, además, todo un sistema de servicios audiovisuales que pueda satisfacer las necesidades educativas y culturales de la sociedad.

Canales para el saber

El director subraya que «esto significa responder a las demandas de una nueva ciudadanía cada vez más global y diversa y, a la vez, aprovechar al máximo las posibilidades de ese cóctel tecnológico que producen la Televisión hertziana, la TDT, el cable, el ADSL, los sistemas interactivos y móviles, internet, las consolas de videojuegos, etcétera».

Por lo que han analizado hasta el momento, el grupo de expertos aboga por un modelo global de televisión que tiene varias dimensiones. Según el catedrático, «tiene que ver con la precisión y concreción del compromiso educativo y cultural de las televisiones públicas y también de las comerciales; con la proposición de creación de un canal de televisión en abierto, en concreto en la TDT de RTVE». Es decir, un canal dedicado al conocimiento que apoye la educación, la ciencia, la cultura y que impulse la sociedad de la información.

Dado que todos los componentes del grupo tienen relación directa con la docencia, Pérez Tornero comenta que, entre otras propuestas, están estudiando la posibilidad de crear «otros canales de televisión en internet destinado a los profesores y un canal universitario que federe las distintas iniciativas de las universidades españolas».

Educación, divulgación, información, entretenimiento. ¿Qué tipo de formatos se pueden desarrollar en esta televisión educativa, cuando el término educativo genera en este país, por tradición, recelo? Pérez Tornero, que ha sido director del espacio de La 2, TV educativa (La aventura del saber) y vicepresidente de la Asociación Internacional de TV Educativa y del Descubrimiento, señala: «Hay que dejar de pensar en la sociedad educativa como la reproducción de una clase en el aula. La actual televisión del conocimiento y del descubrimiento es la de los grandes documentales históricos o de la ficción histórica documentada, en los grandes programas de ciencia y naturaleza, en los excelentes programas para niños que existen e incluso en una información que sea capaz de contextualizar, explicar y potenciar una estructura mental ordenada en el espectador... Todo eso es la televisión del conocimiento que necesitamos. Será entretenida, divertida, interesante y apasionante».

Pero aunque este estudio esté promovido y financiado por el MEC, no se acota sólo a las televisiones públicas. «Estamos reflexionando y trabajando para crear un modelo en el que puedan jugar tanto la televisión que no tiene que obtener beneficios económicos, la pública, como aquella otra que tiene esencialmente objetivos comerciales», señala Pérez Tornero. Los expertos son conscientes de que no pueden relegar el espacio ocupado por la televisión privada, ya que estarían, hoy en día, renunciando a más del 53% de la audiencia. «Nuestro país, si quiere avanzar en inteligencia y progresar, no puede aceptar que la mitad de la audiencia de televisión sea ajena al mundo del conocimiento. Pero vamos a centrarnos sobre todo en los productores de contenidos más que en los operadores, aunque éstos juegan también un papel esencial», precisa el catedrático de Comunicación.

Este proyecto ya está creando expectativas en Europa, Brasil, Méjico y en algunos países árabes.