REAL SOCIEDAD 0
VALENCIA 1
Bravo
Rekarte
Mikel González
Víctor López
Garrido
Juanito
Aranburu
Prieto
Uranga
Jesuli
Kovacevic
Cambios: Savio por Jesuli (min. 51)
Skoubo por Kova-cevic (min. 64)
Germán Herrera por Uranga (min. 71)
Cañizares
Miguel
Ayala
Marchena
Curro Torres
Albelda
Albiol
Angulo
Silva
Villa
Morientes
Cambios: Vicente por Morientes (min. 70)
Joaquín por Angulo (min. 81)
Hugi Viana por Villa (min. 92)
s.c.
Arbitro: Mejuto González
Tarjetas amarillas: Aranburu, Mikel González, Ayala y Albelda.
Gol: 0-1: Villa (min. 28).
ANOETA. 19.844 ESPECTADORES.
¡
SAN SEBASTIAN.- El Valencia no desaprovechó la ocasión de encadenar su sexta victoria consecutiva en su visita a Anoeta. La consiguió sin mostrar sus mejores virtudes, con la ley del mínimo esfuerzo. Un gol a balón parado le bastó para afianzarse en la zona noble. Un tanto que prolonga la condena de la Real en el lado opuesto de la clasificación.
La Real no levanta cabeza. Incapaz de hacer un gol, cuando consiguió perforar la portería contraria lo hizo saltándose el reglamento, con Uranga en fuera de juego. En cambio, el Valencia continúa en clara escalada de posiciones. Ayer se dio un nuevo impulso sin necesidad de desplegar todo el repertorio que se le supone. La tercera falta que lanzó Villa desde el mismo punto perpendicular a la frontal del área de Bravo terminó haciendo diana, mientras el guardameta chileno, que con anterioridad estuvo ágil, hizo lo que vulgarmente se conoce como la estatua.
A los ojos del buen gusto, el gol valencianista fue lo único destacable en toda la primera mitad. Por lo demás, el conjunto de Quique Sánchez Flores se dedicó a mostrar la efectividad de la presión que ejercía cuando los anfitriones amenazaban tímidamente con acercarse a Cañizares.
Bastó que un equipo de cierta entidad pisara Anoeta para que la Real quedara nuevamente en evidencia. Sin argumentos en el plano constructivo, ofensivamente sólo cabía imaginar que Kovacevic era algo más que un bulto sospechoso, porque en la práctica el delantero serbio continúa siendo un espectro andante. Jugar, lo que se dice jugar al fútbol, únicamente lo hacía el Valencia, que se sentía relativamente cómodo ante un adversario flojo.
Lotina trató de que su timorata Real reaccionara con el debut de Savio. Antes de que tocara su primer balón, el brasileño recibió la mayor ovación del público vasco ayer, deseoso de ver a alguien con imaginación en el cerebro y con calidad en los pies. El ex madridista tuvo algo más que un par de detalles por el costado izquierdo que animaron más a la grada que a sus compañeros. El Valencia, en cualquier caso, no se descompuso, aunque era consciente de que tanto Morientes como Villa no siempre lograban sacudirse la vigilancia a la que eran sometidos por Mikel González y Víctor López.
Skoubo. La sustitución de Kovacevic por Skoubo imprimió una mayor ambición a los realistas. Pero no fue el danés el que estuvo a punto de marcar, sino que volvió a ganar protagonismo Savio con un zurdazo. Lotina completó el cupo de cambios dando entrada al media punta Germán Herrera, otro debutante.
La Real trató de alegrar un partido que el Valencia se había encargado de adormecer durante muchos instantes. Quique recurrió a Vicente para ocupar la plaza de un Morientes ayer desaparecido.
Paulatinamente el mayor empuje de los locales convenció a los levantinos de que debían preocuparse de mantener la renta, permitiendo que la iniciativa la manejaran los rivales. Su nueva actitud estuvo a punto de costarle el triunfo. Savio, cómo no, ejecutó una falta de manera casi perfecta, ya que el balón acabó estrellándose en la madera de la portería visitante. Así que el Valencia volvió a estirarse, especialmente a la contra y con Vicente como referencia, con el propósito de que el balón circulara lo más lejos posible de su parcela.
El toma y daca atrajo la atención de los aficionados, pero no estuvo acompañado de buen juego. La emoción por una hipotética igualada que no llegaría se fue diluyendo en los últimos minutos.
La Real se aferra a la esperanza de que Savio y, tal vez, los otros sudamericanos fichados en invierno, la recuperen de las profundidades del infierno. El Valencia se conforma con ser práctico para sentirse aspirante a todo.