El próximo viernes 2 de febrero, Luis Aragonés dará la lista de convocados para el Inglaterra-España, amistoso a disputar el día 7 en el estadio de Old Trafford. Por la mente del seleccionador ya ha pasado alguna vez el nombre de Mikel Arteta, futbolista del Everton, y sus últimas actuaciones le pueden llevar a su debut como internacional en esa cita, acompañando de ese modo a dos amigos suyos, Pepe Reina y Xabi Alonso, residentes, como él, en Liverpool y habituales en las citas de Luis. Arteta fue la más brillante de las actuaciones nacionales en el extranjero. Su equipo ganó por 0-2 al Wigan, con los dos tantos obra del centrocampista vasco.
El primero lo hizo en el minuto 65 al transformar un penalti. El segundo, ya en el tiempo añadido, culminando un nuevo ejercicio de soberanía en el centro del campo. Arteta ha disputado todos los partidos de la temporada, excepto el de la semana pasada ante el Reading por acumulación de amonestaciones. Con los dos de ayer suma cinco goles en lo que va de año, cuando en la campaña anterior firmó uno. Su técnico, David Moyes, le ha entregado los mandos del equipo y la afición ha hecho de él un icono, quizá el mejor que maneja hoy el club.
Con todo, la noticia en Inglaterra estaba en el doble enfrentamiento entre los cuatro primeros de la clasificación. Ganaron los que vienen por detrás. Si el sábado el Liverpool de Rafa Benítez se imponía al Chelsea de Mourinho con una magnífica actuación de Xabi -que sufrió un golpe de Drogba y le tuvieron que dar varios puntos de sutura en el labio-, ayer fue el Arsenal el que venció al Manchester United. Se adelantó Rooney, pero, bajo la batuta de Cesc, los gunners voltearon el marcador.
Primero fue Van Persie y después Henry, gracias a un cabezazo precioso con los 90 minutos ya cumplidos. De este modo incluso el Liverpool se puede permitir soñar con pelear por la Liga, visto que le separan cinco puntos del Chelsea y seis más (11) del Manchester. Sólo un punto por detrás del Liverpool camina el Arsenal. Del resto de los españoles, el peor parado fue Iván Campo, que vio cómo su portero recogía hasta cinco veces la pelota de la red frente al Middlesbrough. Sigue sin aparecer y sin solucionar su futuro Albert Luque, que está como loco por marcharse de una vez al PSV Eindhoven. / E. J. C.
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