QATAR 18
ESPAÑA 41
Almaalem
Bajawi (2)
Almarri (2)
M. Al-Ali (4)
A. Al-Ali (1)
Ashoor (1)
Boumaraf (1)
Yafai (p.s.)
Al Remaihi (-)
Al-Saad (-)
Ghazal (5)
Alsuweidan (-)
Alhashmi (2)
Ali (-)
Hombrados
Tomás (9)
Garralda (2)
R. Entrerríos (5)
Lozano (2)
Juanín García (11)
Juancho Pérez (3)
Barrufet (p.s.)
A. Entrerríos (-)
s.c.
Garabaya (6)
Belaustegui (1)
G. Parrondo (2)
Davis (-)
C. Rodríguez (-)
Arbitros:
AWD DOME DE BREMEN. 4.500 ESPECTADORES.
Din y Dinu (RUM)
Exclusiones: Almarri (2), Ashoor, Alhashmi, Mubarak Al-Ali, Lozano (2) y García Parrondo.
Parciales cada cinco minutos: 0-2, 1-6, 4-12, 6-17, 8-19, 9-21 (Descanso); 10-25, 10-28, 13-32, 13-37, 15-38 y 18-41 (Final).
David Barrufet asistió en largo a Juanín García con más precipitación de la debida y el balón se perdió por la línea de fondo. Juan Carlos Pastor levantó los brazos y gritó enfadado. El gesto se producía con 13-33 en el marcador a favor de España, minuto 46 del segundo partido de la selección en el Mundial. El entrenador busca la tensión máxima en el equipo en todo momento. No le importa que la cita esté decidida y el rival sea de ínfimo nivel. No quiere errores. Necesita que su sistema avance y que todos los jugadores estén a punto para colaborar en esta carrera por el oro. Sus gritos tensionaron a los suyos, que estiraron la ventaja.
Un Mundial de 22 días y 24 equipos requiere muchos partidos que rellenen la planilla. Los invitados a la primera fase no pasan, en muchas ocasiones, de grupos amateurs procedentes de países tan exóticos como desvinculados con el balonamno. Qatar ha acudido a tres Mundiales en su historia, sin haber evolucionado apenas. Débiles físicamente y con graves dificultades técnicas para armar el lanzamiento o desplazar el balón, sólo sirvieron de sparring a la campeona. España afrontó el entrenamiento todavía estresada por el feroz duelo ante Egipto en el estreno. Pastor dio descanso en las gradas a Iker Romero y Rolando Uríos, piezas básicas en futuros compromisos. El Europeo de Suiza dejó al equipo temblando en la final. «La perdimos por el físico», dice convencido el seleccionador. En esta ocasión, la planificación ideada por el entrenador y el servicio médico pretende llevar en plena forma al bloque hasta las fechas decisivas.
Distancia. Qatar permitió la activación de la clase media. Jugadores válidos, figuras en sus clubes, y complementos para este poderoso bloque. «Tienen que estar listos para resolver aunque jueguen pocos minutos», según Pastor. Ayer, la enorme distancia entre España y los árabes la fueron marcando Raúl Entrerríos, Demetrio Lozano o el extremo Víctor Tomás. Debutaba y se guardó la camiseta de recuerdo junto a los nueve goles firmados. Se entendió con Entrerríos, hermano de Alberto, central alto y con definición. Un válido relevo para Chema Rodríguez.
En el pivote, Rubén Garabaya se fajó ante la endeble defensa qatarí. A sus 28 años, y sin la coleta que le hacía reconocible, el jugador del Valladolid salvó el puesto tras recuperarse de urgencia de una fractura en la nariz sufrida hace un mes. Sin máscara y sin miedos, su fragor no decae. Tiene peso en la selección, como Juanín García, ayer hambriento ante la portería (11 goles). El extremo vive de sensaciones y su ánimo necesita impulsos positivos para que la muñeca le funcione, aunque sea ante Qatar. También vale.