JAVIER MARTINEZ
Tommy Robredo alcanzó ayer su mejor resultado en el Abierto de Australia al clasificarse para los cuartos de final gracias a la victoria contra Richard Gasquet por 6-4, 6-2, 3-6 y 6-4. Mardy Fish impidió que David Ferrer siguiese el mismo destino, derrotándole por 6-1, 7-6 (4), 2-6 y 7-5. Rafael Nadal se enfrenta hoy al escocés Andy Murray (La 2, alrededor de las 11.00 horas), a la busca de lograr, también por primera vez en Melbourne, una plaza entre los ocho mejores.
Doble cuartofinalista en Roland Garros (2003 y 2005), Robredo da el salto en un grande lejos de la tierra batida. «Vengo de una época muy bonita, en la que todo ha sido mejorar y mejorar. Ahora es hermoso también poderlo disfrutar», dijo el séptimo cabeza de serie, que tendrá a Roger Federer como próximo rival.
Reciente finalista en Auckland, el gerundense, de 24 años, ratificó con su juego que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Mandó siempre en el partido ante un chaval de juego exquisito, que no termina de explotar. Severo con el servicio y muy vivo, sólo se despistó en el tercer set, entregando un saque de entrada que le costó pasar unos minutos extra en la cancha. La victoria llega un día después de que renunciase a tomar parte en la primera eliminatoria de la Copa Davis, que España disputará frente a Suiza, en Ginebra, del 9 al 11 de febrero. Robredo defendió ayer sus argumentos, sabedor de lo impopular de su decisión, aclarando que le comunicó su ausencia al capitán, Emilio Sánchez Vicario, el pasado diciembre. «Él me dijo, 'piénsatelo', pero yo necesitaba ese parón en casa para ponerme fuerte y afrontar luego Indian Wells, Miami y la temporada de tierra, donde tengo mucho que defender», explicó el tenista.
Su rival en cuartos no necesita presentación. Los enfrentamientos entre ambos arrojan un balance desolador para Robredo, derrotado en las seis ocasiones y con el único saldo de un set a su favor. Campeón en 2005 y 2006, Federer no pierde un partido en el Abierto de Australia desde que cayó contra Marat Safin en las semifinales de 2004.
David Ferrer desdramatizó su derrota contra el estadounidense Mardy Fish. «Me falta un poco más», dijo el de Jávea, campeón en Auckland.
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