M2 visitó el viernes las obras del hospital más avanzado de todos los que construye la Comunidad y el más deseado por los vecinos desde hace años, el del Sur, en Parla. Éste es sólo uno de los ocho centros que el Gobierno de Esperanza Aguirre está construyendo esta legislatura a pasos acelerados -siete son de gestión pública y uno privado, pero pertenecerá a la red pública-. Su presupuesto total asciende a 72 millones, adelantados por la empresa adjudicataria, y el plazo, 18 meses.

La enorme estructura de hormigón que se yergue junto a la A-42 ya está edificada en su totalidad. Algunos espacios, como la entrada o la cafetería, todavía no son más que un inmenso esqueleto vacío de cemento y granito que parece sacado de un país en guerra. De momento, se usa como almacén de todo el material que va llegando.

En otros lugares, la ejecución roza el 100%, como en las 180 habitaciones, de 25 metros cuadrados cada una. Están preparadas para alojar a un solo paciente, pero con capacidad para dos en caso de ser necesario.

Algunas están ya equipadas con su cama, el sofá-cama para el acompañante y todos los sanitarios del baño. «Falta la televisión de plasma», bromeaban los técnicos de la Consejería de Sanidad que visitaron el viernes el centro junto a este diario.

«La construcción horizontal permite trabajar en distintas fases en cada uno de los lugares. Mientras unos se están empezando, se empieza a revestir otros», explica el arquitecto encargado de las obras, Eduardo Fernández Anglada.

En octubre de 2005 comenzó el movimiento de tierras en la parcela que facilitó el Ayuntamiento de Parla, junto al nudo de la salida Sur a Parla desde la autovía de Toledo. El retranqueo se hizo en noviembre y en diciembre, el primer forjado.

Poco más de un año después de esas primeras obras, toda la estructura y gran parte del interior están terminados. «No es normal avanzar a este ritmo», explicaba un ingeniero de la empresa concesionaria, Sacyr, «pero la penalización en la fecha de entrega es muy cara, así que nos es más rentable terminar a tiempo».

Y con la máxima calidad, aseguran. La misma unión temporal de empresas (UTE) que forman Sacyr, Testa y Valoriza será la propietaria del centro sanitario durante 30 años -aunque la gestión sanitaria correrá a cargo de la Comunidad de Madrid- y la ausencia de problemas tras la apertura abaratará también el gasto de mantenimiento. «En 30 años, lo tenemos que devolver nuevo. Mientras, todo lo que haya que hacer corre por cuenta nuestra». Lo explica Eduardo Arrojo, director de Concesiones de Hospitales de Sacyr.

A cambio, la Consejería de Sanidad, que dirige Manuel Lamela, pagará un canon anual. Es la fórmula utilizada por el Ejecutivo regional para «acometer la inversión sanitaria más importante jamás hecha sin aumentar la deuda pública», explican desde la Consejería.

La gran galería de distribución central -a un lado están las unidades de hospitalización y al otro, consultas externas- es un inmenso pasillo abierto de más de 180 metros de largo, 12 metros de altura y 16 de ancho. Por la misma pasará la luz natural y de ella se accederá a cada servicio sin que se tengan que cruzar los pacientes ingresados con ningún otro usuario del hospital.

A partir de ahora, queda recubrir lo hecho. Sobre el techo y bajo las paredes, circulan galerías de servicios con el cableado para la luz, la calefacción, el aire acondicionado, los tubos de los gases medicinales, el transporte neumático de documentos y muestras... «Lo más difícil está hecho», explica otro ingeniero de Sacyr, «a partir de ahora queda recubrirlo y acabarlo para que esté listo para recibir el material médico.

Las habitaciones están terminadas, pero la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) parece una fábrica destartalada y okupada por decenas de obreros. Los quirófanos, en un ala muy tranquila del centro, sólo se identifican por las típicas puertas metálicas con una ventana central y por el cableado que cuelga como chorros de acero del techo. Construir un hospital es mucho más complejo que hacer cualquier otro tipo de edificación. A las galerías con decenas de servicios (el oxígeno u otros gases necesarios para los tratamientos, por ejemplo, circulan por tuberías tras las paredes) se les unen áreas de aire limpio, en las que el filtrado del ambiente tiene que cumplir unos requisitos muy estrictos. Esto ocurre en toda la zona quirúrgica, la UCI, Reanimación...

Un 90% de las necesidades

El centro sanitario es de tamaño medio, exactamente lo que necesita la ciudad de Parla y los municipios de Batres, Casarrubuelos, Cubas y otros de la zona. En total, la población atendida por este centro ascenderá a 150.000 personas. Como explica Elena de Mingo, directora general de la Red Sanitaria Unica, «los vecinos atendidos por este hospital tendrán aquí más de un 90% de los equipamientos sanitarios que pueden necesitar. Para otros, tendrán que seguir acudiendo al hospital de Getafe». De hecho, en el centro de Parla habrá hasta 27 especialidades médicas y quirúrgicas.

El hospital del Sur tendrá 180 habitaciones individuales con espacio para que duerma el acompañante. En caso de saturación (gripe, epidemias), cada habitación puede acoger hasta dos camas (tienen 25 metros), con lo que su capacidad se duplicaría hasta los 360 ingresados. En 2017, está previsto que las habitaciones se hayan ampliado a 246.

Además, cuenta con 20 camas en la UCI, nueve quirófanos, ocho salas de partos, Urgencias, 709 consultas externas, 55 gabinetes de exploración, un hospital de día, 22 puestos de diálisis, farmacia, biblioteca para pacientes y médicos, salón de actos, tiendas (quiosco, floristería...)

De momento, esta mole de hormigón está situada en el desierto... Ningún vial que no sea de tierra lleva al centro sanitario. Para cuando comience a funcionar (en septiembre u octubre, según cálculos de la Consejería), estará construida la M-410, que conectará el centro con la A-42 y con Parla, además de otra vía rápida con dos carriles por sentido que irá hasta el casco del municipio, a unos dos kilómetros. Por el centro, discurrirá el tranvía que tienen programado el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y que también irá al centro de Parla.

En cuatro meses, la presidenta inaugurará un hospital equipado pero sin pacientes. Tras el verano, empezará a tratar a los primeros enfermos. Entonces, los cascos y los monos azules se cambiarán por batas blancas y mascarillas.

La gran apuesta de la legislatura en la Comunidad de Madrid -además de los 90 nuevos kilómetros de Metro- son los nuevos hospitales. Esperanza Aguirre encargó a Manuel Lamela la construcción de siete centros sanitarios, que finalmente serán ocho, en otros tantos municipios de la región. En total, la inversión final ascenderá a más de 680 millones de euros. Y las camas hospitalarias serán 1.800 más que ahora entre finales de 2007 y 2008.

El 'caso Severo Ochoa' -que sigue en los tribunales, con la imputación de los médicos que presuntamente administraron sedaciones excesivas, no indicadas y contraindicadas-, las polémicas sobre las listas de espera o los enfrentamientos con la ministra de Sanidad no han dejado en muchas ocasiones ver el 'bosque' de hospitales y centros de salud (56) nuevos con los que contará la región en un año.

La oposición critica el modelo de construcción, mediante concesión a empresas privadas. Los ayuntamientos ponen el suelo y la Comunidad no paga un euro inicialmente. Toda la inversión corre a cargo de la empresa adjudicataria, así como el mantenimiento de los edificios durante 30 años. A cambio, la Comunidad le paga un canon anual y gestiona directamente todos los servicios sanitarios, por lo que los hospitales pertenecerán plenamente a la red pública. Sólo uno, el de Valdemoro, será de gestión privada y a cargo de Capio, la misma sociedad que gestiona la Jiménez Díaz. Pero también pertenecerá a la red pública mediante el sistema de fundación.

Según fuentes de la Consejería de Sanidad, todas las obras están cumpliendo los plazos previstos. Todos, pues, menos el de Puerta de Hierro, estarán acabados y equipados antes del último domingo de mayo de 2007 (fecha de las elecciones). Eso sí, ninguno atenderá todavía pacientes. En los meses siguientes, el Sistema Madrileño de Salud hará las pruebas pertinentes y empezará a abrirlos poco a poco. Empezará por las consultas externas y terminará por las unidades de hospitalización.

Todavía no está claro cuál será el primero en estar acabado. Empatados están el de Parla y el del Tajo, en Aranjuez, de dimensiones más reducidas. El del Henares -en Coslada- también estará concluido entre los primeros. Más tardará Valdemoro, que fue el último en adjudicarse, y el de Puerta de Hierro (Majadahonda), que terminará en noviembre. Este último es el más grande, con 698 camas, y sustituirá al actual hospital del mismo nombre.