WASHINGTON.-
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, anunció ayer que iniciará los trámites para ser el candidato presidencial del Partido Demócrata en las elecciones de 2008, que de tener éxito lo convertirán en el primer presidente hispano de Estados Unidos.
«Doy este paso porque tenemos que reparar el daño hecho a nuestro país en los últimos seis años», dijo Richardson en el programa This Week de la cadena ABC de televisión.
Richardson, de 58 años de edad, fue embajador de EEUU ante Naciones Unidas y secretario de Energía durante la Administración del presidente Bill Clinton.
«Nuestra reputación en el mundo ha disminuido, nuestra economía languidece, y la civilidad y la decencia común en el Gobierno han perecido», añadió Richardson, quien dijo que ha establecido un comité que explorará la viabilidad de su candidatura presidencial.
Según informa la agencia Efe, el establecimiento de ese tipo de comités es un primer paso en el proceso para el lanzamiento de una campaña y permite que un aspirante -aunque no se haya comprometido plenamente con la búsqueda de la candidatura presidencial- reciba legalmente contribuciones de sus simpatizantes.
El portavoz de Richardson, Pahl Shipley, apuntó que «el gobernador está en la contienda por la candidatura presidencial» y que el anuncio formal se hará en marzo, al término de la sesión de la legislatura de Nuevo México.
Richardson, cuya madre nació en México, donde él mismo pasó toda su infancia, anunció su candidatura siguiendo la última moda en la política internacional: en su página web.
«No me voy a presentar como un candidato hispano, sino como un americano orgulloso de ser hispano», confesó Richardson. «El próximo presidente debe ser capaz de mantener nuestra independencia en materia de energía, debe mejorar las escuelas, crear empleos y dar una oportunidad a todos los estadounidenses», añadió, para sentenciar a su favor: «Por ello, os digo que necesitáis a un hombre con experiencia».
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