El sindicato médico consideró que la modificación del horario asistencial de los Centros de Atención Primaria (CAP) «no se puede aplicar a corto plazo», ya que «en primer lugar hace falta incrementar la plantilla y racionalizar la demanda para evitar la sobrecarga laboral de un cuerpo de médicos escaso». En caso contrario, la sostenibilidad del sistema se verá «comprometida», según la organización sindical que, a su vez, pidió que el ICS -dependiente de Salut- respete el «derecho de conciliación de la vida personal, familiar y laboral de los profesionales», sobre todo teniendo en cuenta que la mitad de los médicos de familia y pediatras son mujeres.

Por otro lado, se mostró preocupado porque el cambio de funcionamiento «ponga en peligro la coordinación y la continuidad asistencial entre los distintos equipos de atención primaria», porque los equipos de mañana y tarde comparten una hora para hacer sesiones clínicas y elaborar protocolos terapéuticos.

Mientras, el Sindicato de Enfermería tildó la propuesta de María de operación de «maquillaje» porque así «no se arregla el problema» de la actual «insuficiencia en la actual Atención Primaria».

En su opinión, este sistema «no supondrá una mejora para el usuario» y «empeorará la situación laboral de los profesionales», que «deberán alargar su jornada laboral». El sindicato de enfermeras se mostró favorable a «dar un mejor servicio» a pacientes con la implementación de la nueva medida, pero «no a costa de los profesionales».