El estreno en España de una gran ópera contemporánea -Muerte en Venecia, de Benjamin Britten- y un elenco de voces entre las que se incluyen las de Plácido Domingo, Josep Carreras, Eva Marton, Roberto Alagna, José Cura, Edita Gruberova y Juan Diego Florez constituyen algunos de los rasgos distintivos de la temporada 2006-07 del Gran Teatre del Liceu.
Sin alejarse de lo que ha sido su línea programática de los últimos años, y con la novedad añadida de que todos los espectáculos darán comienzo a las ocho de la noche, el Liceu ofrecerá un total de 14 títulos operísticos, dos de ellos en versión de concierto.
Andrea Chénier, La Cenerentola, Elektra, Tannhäuser, Luisa Miller y, otra vez, el Don Giovanni de Calixto Bieito figuran también en la lista de montajes que podrán verse en un curso que también contará con nuevas propuestas escénicas firmadas por La Fura dels Baus y Comediants.
La agenda liceística incluye también tres espectáculos de danza -entre ellos, el ballet de Maurice Béjart-, además de los habituales conciertos y recitales, entre los que destaca el que ofrecerá el tenor Josep Carreras, en junio de 2008, con motivo del 50 aniversario de su debut liceístico. A ello cabe añadir la oferta infantil de El Petit Liceu, que el próximo año se incrementará de forma notable, con 283 funciones, 98 más que el presente año.
El teatro, que sigue apostando por las coproducciones y por la recuperación de títulos poco habituales del repertorio, abrirá su temporada lírica con Andrea Chénier, una ópera que llevaba 22 años sin representarse en Barcelona. La obra de Giordano llega con un montaje procedente del Nuevo Teatro Nacional de Tokyo, con José Cura y Deborah Voight como protagonistas.
En noviembre, los fureros Alex Ollé y Carlos Padrissa, con la colaboración de Jaume Plensa en la escenografía y vestuario, llevarán a escena la ópera El castillo de Barbazul, de Béla Bartók y el ciclo de canciones Diario de un desaparecido, de Janacek.Ese mismo mes, y en el marco de un nuevo convenio con el Festival d'Opera de Butxaca, se estrenarán, en el foyer del teatro, dos óperas breves del catalán Lleonard Balada: Hangman, Hangman! y The town of greed.
Más populares, la monumental Aída de Verdi tendrá como protagonista más mediático al imprevisible tenor Roberto Alagna, mientras que La Cenerentola, de Rossini, contará con la voz de Juan Diego Florez y una nueva puesta en escena firmada por Joan Font, en lo que significará el debut del director de Comediants en las óperas de Houston, Ginebra y Cardiff, coproductoras del espectáculo.
En febrero, y después de 18 años de ausencia, la Elektra de Strauss volverá al escenario de las Ramblas, con Deborah Polaski y Eva Marton en los principales roles femeninos. En versión de concierto, en cambio, están previstas Lucrezia Borgia -con Edita Gruberova, Ewa Podles y Josep Bros- y La valquiria -con Plácido Domingo-.También de Wagner podrá verse un nuevo montaje de Tännhauser.
En mayo le llegará el turno a la gran estrella de la temporada, Muerte en Venecia, de Britten, un título aún inédito en España y cuya puesta en escena, dirigida por Willy Decker, coincidirá con el espectáculo homónimo del Hamburg Ballet. El curso se cerrará con otro Verdi, Luisa Miller, y la reposición del Don Giovanni de Calixto Bieito.
Crecer hacia fuera
Para todos estos espectáculos, el teatro sacará a la venta, en julio próximo, un total de 291.000 localidades -63.000 de ellas, fuera de abono- además de otras 170.000 correspondientes a los espectáculos del Petit Liceu; cifras que, según Rosa Cullell, directora general del teatro, marcan el techo de las posibilidades liceísticas.
«Ya no podemos crecer mucho más porque no hay más días ni más espacios. Por consiguiente, el reto de las temporadas siguientes será crecer fuera de nuestras paredes, buscando acuerdos con otros teatros de Cataluña», informó Cullell.
El presupuesto del teatro para el curso 2007-08 será de 57 millones de euros y se prevé un aumento de los ingresos generados por la propia actividad artística, que se situarán en torno a los 18 millones. La aportación institucional será de casi 29 millones y el resto, mecenazgo y otras actividades. Por otra parte, el teatro estudia estos días la puesta en marcha de un programa específico dirigido al mecenas privado.