RUBÉN AMON. Corresponsal
PARIS.-
John Galliano ha convertido sus 10 años de matrimonio con Dior en la excusa de un homenaje operístico, una versión personal de Madama Butterfly escenificada mientras un puñado de maniquíes de porcelana desfilaban con aspecto de geishas intemporales.
Parecía que las modelos caminaban sobre un desfiladero. Mérito de la música sentimental de Puccini y de la teatralidad que Galliano ha querido otorgar a la colección concebida en París como fiesta de sus 60 cumpleaños.
Había apenas 300 invitados en la pasarela del Bois de Boulogne, aunque estaban, naturalmente, los espadachines de la crítica planetaria. Casi todos ellos estupefactos e impresionados por la originalidad, el refinamiento y el exotismo contenido que Galliano ha conjugado en la capital francesa.
Ha sido un nuevo alarde de creatividad. Un desfile de 45 vestidos que compartían la imitación visual del origami, sobrenombre de la técnica japonesa del plegado de papel que el modisto gibraltareño ha utilizado para darle forma irregular y ritmo sensual a sus nuevos vestidos de noche.
Los hubo de colores desgarrados y de colores suaves, aunque predominaron los tejidos suntuosos, los volúmenes espesos y el escrúpulo en los detalles. Más o menos, como si Galliano hubiera esculpido los vestidos con sus manos sin miedo a incurrir en asimetrías y contrastes cromáticos.
«Volver a París para celebrar mis 10 años en Dior y mi 60 cumpleaños era un gran desafío. Quería que se reconociera la personalidad de mi obra, y, al mismo tiempo, que se advirtiera un nuevo camino. Porque este trabajo siempre empieza el día después del último desfile», explicaba el diseñador antes de escuchar los aplausos y los clamores de sus militantes.
Parecía la escena triunfal de una ópera. Sobre todo cuando apareció el diseñador vestido de un traje de almirante y tocado con un bicornio decimonónico. Era su transfiguración de Pinkerton, protagonista masculino de Madama Butterfly y tenor de mala conciencia que indujo al suicidio de su esposa japonesa en tiempos del harakiri. Telón.
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