Martes, 23 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6246.
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 DEPORTES
Menos fútbol, menos puntos
LA LIGA LLEGA A SU MITAD MARCADA POR LA MEDIOCRIDAD NO HABIA UN CAMPEON DE INVIERNO CON TAN POCOS PUNTOS DESDE 2001
JESUS ALCAIDE

MADRID.- España presume de tener la Liga más atractiva del mundo. Una constelación de estrellas, asteroides, galaxias y demás parafernalia digna de George Lucas. El problema llega cuando la realidad destapa la manta y aparece la mediocridad generada por la estrechez de miras, por el pragmatismo entendido como aburrimiento y por los engolados ocupantes de los banquillos, que son capaces de preferir a un descargador de muelle antes que a Ronaldo o Riquelme, por ejemplo. En un torneo en el que los artistas y los que marcan diferencias permanecen bajo sospecha, pasa lo que pasa. Que se vive una jornada con sólo nueve goles en 10 partidos y que los equipos se igualan por abajo, unos por mediocres, otros por mezquinos y los de más allá por desacertados.

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Sí, la Liga está muy igualada. Por vez primera en muchos años, la primera vuelta se cierra con tres líderes igualados a puntos y otros dos aspirantes, Valencia y Atlético, situados a dos y tres puntos respectivamente de la cabeza. Lo ideal para vender emoción, suspense y milongas. La realidad es que los grandes se han igualado por abajo, que se marcan menos goles (la media, que llegó a ser de 2,8 hace tres temporadas, es ahora, de 2,3) y que se cuentan con los dedos de una mano los partidos dignos de ser recordados con un segundo visionado. La Premier sigue ganando adeptos gracias, entre otras cosas, a partidos como el Arsenal-Manchester del domingo, inalcanzable para los grandes de la Liga española en la actualidad.

Los números, que tanto aman algunos, reflejan datos espeluznantes. Por ejemplo, es el caso del Real Madrid, en el que algunos se vanaglorian de haber alcanzado los 38 puntos que permiten mantenerse igualados con un dubitativo Barcelona, que en cualquier caso, tiene pendiente el partido de mañana contra el Betis. Con esa misma puntuación, el pasado año estaría a ocho puntos del Barça y con la Liga casi perdida. De hecho hace dos temporadas, el Real Madrid cerró la primera vuelta con estos mismos 38 puntos. El problema es que el Barcelona tenía 45. Ahí está la diferencia. El Barça ha cometido errores que le han equiparado con sus irregulares adversarios y el Sevilla, que deslumbró entre septiembre y diciembre, comienza a dar claros síntomas de debilidad.

Desde la temporada 2001-2002 no se veía un campeón de invierno con menos puntos. Aquel año, el Madrid llegó a estas alturas como líder con sólo 35 puntos. En la 99-00 el Deportivo, campeón invernal, tenía 37 puntos. Acabó siendo campeón con 69, la cifra más baja desde que la Liga se disputa con 20 equipos. El Osasuna, que hace 12 meses era segundo con 39 puntos, sería ahora líder.

Ninguno de los cinco equipos situados en cabeza ha ofrecido una imagen de solidez. Al Barcelona le pitan en su estadio pese a ganar 3-0 al Nàstic, porque su juego no es equiparable al de sus fastuosas últimas campañas. El Sevilla, que arrollaba, ya ha perdido cinco partidos y no gana desde que arrancó el nuevo año. Y el Real Madrid vive en crisis permanente porque esos 38 puntos no ocultan su pésimo juego y la crisis institucional en la que vive inmerso, reflejada en ese juicio del día 29 que podría incluso acabar con la presidencia de Ramón Calderón. Por cierto, con apenas 28 goles marcados, el Real presenta una cifra goleadora poco acorde con un aspirante al título.

El Valencia, que vuelve a soñar, estuvo siete jornadas sin ganar. En un año normal hace tiempo que se habría despedido de la Liga. Y en cuanto al Atlético, su posición, a tres puntos del liderato, es sorprendente incluso para sus más acérrimos seguidores, los mismos que han soportado un fútbol infumable en el Calderón desde el mes de septiembre. Los rojiblancos se han metido en la pomada por sus buenos resultados fuera de casa. Los números en su estadio, con cinco victorias, dos empates y tres derrotas no son ni de aspirante a la UEFA.

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