C. E. C. / J. A.
MADRID.-
El cerco se estrecha. Ronaldo, que hace varios días ya llegó a un acuerdo con el Milan, comienza a sentirse más jugador rossonero que madridista. Su deseo es que, como muy tarde, el 31 de enero quede confirmada su marcha. Ese día se cierra el mercado de invierno y se repetiría así la operación de hace cinco años aunque en sentido contrario. Ronaldo fichó por el Madrid procedente del Inter un 31 de agosto, cuando se cerraba el mercado de verano de aquel año.
El brasileño ha hablado poco estos días, pero ayer, sorprendido en un acto extradeportivo, se confesó tras sentir el asedio de cámaras y micrófonos: «Sí, mi futuro está lejos del Madrid, porque el entrenador no me quiere», admitió durante un desfile de modas en París. Es lo que desea, el destino milanista al que le han empujado los desplantes de Fabio Capello y del director deportivo, Pedja Mijatovic.
De hecho, el propio Mijatovic mantuvo ayer la opinión oficial del club y, una vez más, soltó un latigazo contra la actitud del brasileño: «En agosto tuvimos una oferta por Ronaldo ante la que la dirección deportiva, tras hablar con el técnico, decidió no dejarle marchar. Le hemos mantenido aquí intentando recuperarle todos juntos, pero al final nos hemos dado cuenta de que las cosas no han salido como nosotros pensábamos. Así está la situación y ya veremos qué pasa en estos días hasta que se cierre el mercado», indicó en Real Madrid Televisión. No especificó en esa declaración de qué enfermedad se había recuperado Ronaldo.
El director deportivo incidió en que Ronaldo no va a salir gratis del Madrid. El club blanco quiere recibir una contraprestación. Por su parte, el Milan juega sin prisa porque sabe que el jugador hará todo lo que esté en su mano para marcharse. Es más, ya prepara con esmero el acto de presentación del atacante. En verano ofreció 18 millnes y ahora quiere que sea el propio jugador el que negocie su libertad. El propio Madrid ha devaluado el producto con sus críticas e insultos a Ronaldo.
El brasileño puede ir a Milán acompañado. El club rossonero se ha fijado en Míchel Salgado para reforzar su banda derecha en este mercado de invierno. El elegido en primer lugar era el lateral Oddo, pero en los últimos días las negociaciones se han estancado y Salgado es contemplado como un recambio con experiencia y fiable. Además, apenas entra ya en los planes de Capello. Es otro de sus damnificados. Ante el Mallorca, tras lesionarse Sergio Ramos, Torres pasó a la derecha, Raúl Bravo apareció en la izquierda y Míchel se quedó en el banquillo como última alternativa.
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