Lo hizo al ser preguntado por la posibilidad de la fusión entre Iberdrola y Unión Fenosa y con el grupo alemán E.ON a punto de absorber Endesa sin alterar la posición dominante del mercado español de esta última. Por si fuera poco, lo dijo en presencia del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el de ACS, Florentino Pérez -principal accionista de Fenosa-, Antoni Brufau, presidente de Repsol YPF -y vicepresidente de Gas Natural-, entre otros.

Un impresionante número de altos directivos españoles fueron ayer a escuchar al ministro de Industria. El organizador, el director del Foro de la Nueva Economía, José Luis Rodríguez, tuvo que pasar apuros protocolarios para evitar sentar juntos a enemigos acérrimos como Galán y Brufau o el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, y el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró.

Iberdrola más Unión Fenosa llegarían al 34% y la Endesa que se quedará probablemente E.ON supera ampliamente ese porcentaje. El mensaje de Clos confundió a los propios asistentes. El ministro resaltó que en Reino Unido ninguna empresa acumula más del 20% del mercado. No dijo que quisiera imitarlo, pero sí mostró confianza en que medidas como las subastas virtuales para la fijación de precios y una mayor supervisión de los órganos reguladores pueda disminuir la hegemonía de los grupos dominantes en el futuro.

El discurso del ministro fue eminentemente energético. De hecho, no abandonó la sala sin abordar la energía nuclear. Clos dejó claro que «en los próximos 10 años es inviable pensar en un apoyo popular y democrático para tener centrales nucleares de segunda generación». En opinión del ministro, «están en vía muerta».

La factura de la luz también saltó a la palestra. El Gobierno no prevé subidas altas de las tarifas eléctricas en los próximos meses, al menos así lo confirmó Joan Clos. El ministro agradeció esta decisión a la evolución descendente que está experimentando el precio del petróleo, que se encuentra ya por debajo de los 55 dólares el barril.

El socialista catalán resaltó que, «por primera vez desde 1980» España ha registrado un crecimiento de consumo energético por debajo de su Producto Interior Bruto. «Es un síntoma de país rico, debemos alegrarnos», concluyó.