Martes, 23 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6246.
ESPAÑA
 
CRISIS ANTITERRORISTA / La estrategia nacionalista
Ibarretxe recibe de nuevo a Otegi en Ajuria Enea pese a estar imputado por una cita anterior
En el encuentro, que se celebró ayer en Ajuria Enea y del que no informaron ni el Gobierno vasco ni Batasuna, también estuvo presente el dirigente de la formación 'abertzale' Rufi Etxebarria
O. TORRES

VITORIA.- El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se reunió ayer con el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y con el también dirigente abertzale Rufi Etxebarria, nueve días antes de que comparezca ante el juez por una entrevista similar. Ni el Gobierno vasco ni esa formación ilegal informaron a los medios de comunicación sobre el encuentro.

La cita «discreta», como prefiere el lehendakari, tuvo lugar por la mañana en su residencia oficial, el palacio de Ajuria Enea.

Ibarretxe anunció el día 19, después de verse la víspera en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que estaba dispuesto a reunirse con todas las fuerzas políticas. «Y cuando digo todos, digo con todos, y no voy repetirlo», añadió.

La entrada de Otegi en Ajuria Enea, cuatro días después del contacto Ibarretxe-Zapatero, se produjo por la puerta trasera de la finca, sobre las 9.20 horas. El dirigente abertzale acudió conduciendo un Peugeot de color oscuro y sin compañía, según pudo conocer EL MUNDO.

Fuentes oficiales de la Lehendakaritza ni desmintieron ni confirmaron la celebración de la reunión, en la que la presencia de Rufi Etxebarria, miembro de la comisión para la negociación del proceso de paz constituye una novedad, aunque también pudo participar en el encuentro que, tras el atentado de Barajas, celebraron Ibarretxe y una representación de Batasuna, tal y como desveló este periódico, y que también tuvo lugar en Ajuria Enea.

Los dos interlocutores de Ibarretxe, la condenada por el caso Jarrai Olatz Dañobeitia, Xabi Larralde, Arantza Santesteban y Elena Urabaien integran la comisión de Batasuna para ocupar sus asientos en la mesa de partidos. Otegi, según señalaron otras fuentes, se incorporó con retraso a la reunión habitual de los lunes de la comisión permanente de la Mesa Nacional de Batasuna, que tuvo lugar en Navarra.

Desobediencia

Ibarretxe recibió ayer al portavoz de Batasuna en un momento político convulso, en vísperas de comparecer ante el magistrado del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) Roberto Sáiz, que instruye una causa por desobediencia contra tres dirigentes de Batasuna, entre ellos el propio Otegi, y contra el lehendakari como «colaborador necesario» en la comisión del delito, por la reunión del 19 de abril que celebraron en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco.

Desde el atentado de la T-4, Ibarretxe ha defendido la necesidad de que el «diálogo político» ponga fin a la violencia de ETA. No ha explicado cuál es su fórmula. Se ha limitado a señalar que no cabe un «proceso resolutivo» en el que participe la izquierda abertzale mientras no condene la violencia o ETA anuncie que pone fin a sus actividades.

Sin embargo, para Ibarretxe, «generar una nueva oportunidad para la paz» sólo será posible «sobre la base del diálogo». Con este argumento, el lehendakari convocó el pasado 13 de enero la marcha en Bilbao, con un lema abierto -Por la paz y el diálogo-, a la que se sumó el PSE y a la que mostró su respaldo Batasuna. Ibarretxe añadió la frase Exigimos a ETA el final de la violencia, de forma que Batasuna decidió no participar.

En el aire quedó si el lehendakari confiaba en que Batasuna participara, sobre todo tras saberse que Gesto por la Paz preparaba una marcha para la misma fecha y que el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, pidió a Ibarretxe que renunciara a la iniciativa.

La reunión del 19 de abril, que ha motivado las actuaciones judiciales del TSJPV tras la querella del Foro Ermua, también tuvo lugar después de una visita de Ibarretxe a La Moncloa para verse con el presidente del Gobierno. La cita con Zapatero se celebró el 4 de abril y la que mantuvieron Ibarretxe, Otegi y los también batasunos Pernando Barrena y Juan José Petrikorena fue 15 días después, cuando el líder abertzale abandonó la cárcel de Soto del Real, en la que había ingresado por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

El encuentro de ayer tuvo lugar después de que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo que considera organizaciones terroristas a Jarrai, Haika y Segi y de que se produjeran durante el fin de semana números actos de kale borroka.

Con más tiempo para analizar las consecuencias del atentado, y más allá del primer y precipitado encuentro con Batasuna, la reunión de ayer también se produjo después de que Otegi dijera que la bomba había provocado cierta «confusión» en la izquierda abertzale, lo que dio pie al lehendakari para desear una pronta clarificación de su posición ante la violencia que permitiera «una nueva oportunidad para la paz».

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