El informe concluye que, «de persistir el paciente en su actitud, a la vista de la evolución y de los datos existentes en la literatura científica, hay un alto riesgo de producirse un proceso de deterioro progresivo». Añade que, «a pesar de las estrechas medidas de seguimiento y tratamiento» que se han tomado y las que se pueden tomar en el futuro, «a medio plazo» puede alcanzarse «una situación irreversible con resultado de muerte o graves secuelas».

También indica que «no es descartable en modo alguno eventos que puedan condicionar muerte súbita, no prevenible a pesar de los controles realizados».

El informe está firmado por el jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y dos médicos adjuntos de Medicina Interna, y responde a una petición expresa de la Sección Primera de la Audiencia Nacional. El pasado viernes, el tribunal pidió al hospital que le informara «sobre la evolución» de De Juana desde su ingreso, «así como su estado actual, expectativas de un eventual deterioro futuro y, en caso de llegar a una situación irreversible, cuándo podría darse, así como el riesgo para su vida a la vista de la evolución que ha llevado durante su estancia» en el hospital.

El informe advierte de que se han estudiado casos de huelgas de hambre prolongadas, pero que no hay precedentes descritos de «adultos sanos en huelga de hambre en ciclos de alimentación, ayuno y realimentación».

Los médicos se refieren al hecho de que De Juana haya iniciado, abandonado, y vuelto a iniciar la huelga de hambre. El etarra dejó de ingerir alimentos el pasado mes de agosto -cuando vio aplazada su excarcelación-, lo que le condujo al hospital Punta Europa de Algeciras y, finalmente, al 12 de Octubre. En total, permaneció 63 días sin ingerir sólidos, los últimos 12 alimentándose por sonda por orden de la Audiencia Nacional.

Abandonó la huelga de hambre a tiempo de asistir al juicio por las amenazas que vertió en dos artículos publicados en Gara, pero la retomó cuando el tribunal le condenó a otros 12 años y siete meses de cárcel.

El último ingreso hospitalario de De Juana se produjo el pasado 24 de noviembre. Ayer, el etarra, de 51 años y 1,72 metros de altura, pesaba 53,7 kilos, 10 menos que tras este ingreso.

Los médicos decidieron volver a alimentarle por sonda desde el 11 de diciembre hasta el 7 de enero, una vez que el preso había conseguido recuperarse.

Los especialistas consideran un problema añadido que De Juana muestre «una oposición violenta a la alimentación artificial», ya que puede conducir, por ejemplo, a que se contaminen los instrumentos por los que es alimentado.

Por otra parte, una delegación del Comité para la prevención de la Tortura y los Tratos o Castigos Inhumanos o Degradantes (CPT) del Consejo de Europa viajó la semana pasada a España para examinar la atención que está recibiendo De Juana, según informó el organismo europeo en un comunicado recogido por Europa Press. La visita tuvo lugar entre el 14 y el 15 de enero.

Según el comunicado, la delegación se entrevistó con el etarra y con los miembros del equipo médico que le atiende, así como con las autoridades judiciales competentes y el director de la cárcel Madrid VI, donde De Juana Chaos estaba detenido antes de su hospitalización.

Asimismo, los dos miembros del CPT que viajaron a España, su vicepresidente, el italiano Mauro Palma, y el doctor suizo Jean-Pierre Restellini, se entrevistaron también con representantes de la Asociación de Médicos Españoles y con varios abogados relacionados con el caso. Por último, los dos representantes del CPT se reunieron con la secretaria general del Ministerio del Interior, María Angeles González García, y con la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.

Según informaron fuentes del Consejo, tras este tipo de visitas los miembros de la delegación suelen elaborar un informe sobre la misma en un plazo que puede variar entre dos semanas y un mes. Antes de hacerlo público, lo remiten para su conocimiento al Gobierno concernido, en este caso el español.