No hay ni bandas latinas ni grupos radicales en Alcorcón. Sólo un complejo conflicto entre jóvenes españoles y suramericanos», dice la Delegación del Gobierno respecto a los tumultos del pasado fin de semana. La delegada, Soledad Mestre, insistió ayer en que estos incidentes han sido «brotes aislados» de violencia y vandalismo, no de racismo ni xenofobia.
Según la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Alcorcón, la Guardia Civil y la Policía Nacional no hay bandas, aunque entre los cientos de manifestantes del domingo sí había gente con antecedentes de pertenencia a pandillas.
No obstante, los agentes de la Brigada de Información no encontraron miembros fichados de grupos antisistema, extrema derecha o bandas conocidas como los Latin Kings o Dominican Don't Play.
Para atajar la situación, la Delegación del Gobierno ha planeado varias medidas que se empezaron a aplicar ayer mismo: incremento de la presencia policial en las calles de Alcorcón, reuniones con los directores de institutos para identificar los problemas de los jóvenes, con el alcalde, la consejera de Asuntos Sociales de la Comunidad y las asociaciones de suramericanos.
El consejero de Justicia e Interior de la Comunidad, Alfredo Prada, recriminó ayer al Gobierno central por los sucesos: «He intentado varias veces hablar con el ministro del Interior para hablar sobre el grave problema de seguridad que padece Madrid. Pero en los últimos 10 meses no me ha recibido». Prada hizo hincapié en que los tumultos podrían haber sido «mucho más graves» si no llega a ser por la actuación de la Policía Local de Alcorcón.
Prada reclamó 3.000 agentes más para Madrid, aunque el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, replicó que desde que gobierna el PSOE hay 6.500 agentes más en la región.
«El domingo se vio una clara falta de previsión por parte de Interior», añadió Prada. Sin embargo, según el comisario de Alcorcón, Félix Cortázar, «casi todos los efectivos de la UIP [antidisturbios] estaban en el municipio cuando se produjeron las protestas, y su actuación evitó que los problemas fueran mayores». Por su parte, el PP pidió una comparecencia urgente del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que explique la «casa de los líos» de su Ministerio. Acebes se refirió a la reyerta «entre bandas» y criticó que la delegada dijera ayer que «no hay bandas» en esta localidad, informa Efe.
«Es la misma técnica de este Gobierno de negar la realidad a los españoles», criticó Acebes. En cambio, el secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, aseguró ayer que no tiene «ninguna razón para desconfiar» de Mestre: «Cuando la delegada hace esta afirmación, la debe hacer con conocimiento de causa». El líder del PSM, Rafael Simancas, se sumó a estas declaraciones.
El alcalde del Alcorcón, Enrique Cascallana, también dijo ayer que en su municipio no hay bandas y aseguró que estos disturbios se debían «a grupos con ideas antisistema». Finalmente, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo que los poderes públicos deben «estar muy vigilantes» ante casos en los que, como la reyerta de Alcorcón, la «creciente diversidad» de la sociedad española pueda producir «alguna situación de conflicto».
