Martes, 23 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6246.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La ausencia de prueba no es prueba de ausencia (Carl Sagan)
 MADRID
Ocio / Arte
El Rubens enclaustrado
La muestra 'Clausuras' expone 57 tesoros artísticos rescatados de los monasterios y conventos de la Comunidad
COTE VILLAR

Si acaso, nosotras iremos cuando nos pille de paso para ir al médico». Gloria Rodríguez, fotógrafa, recibió esta respuesta de una monja madrileña cuando le preguntó si pensaba visitar la exposición Clausuras, que recolecta los tesoros artísticos de 16 conventos y monasterios de la Comunidad de Madrid. La hermana la miró tranquilamente y no cambió de opinión al comprobar el disgusto de la artista. Su vida, más allá de las próximas elecciones, la agitación cultural, el atasco lluvioso y los problemas con el Metro, no entiende de impaciencias.

Publicidad
La muestra que la religiosa conocerá si su salud empeora, se adentra en las dependencias más íntimas de los conventos y monasterios de Madrid para rescatar los tesoros artísticos allí guardados durante años. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando exhibe hasta el próximo 25 de marzo una selección de esas pinturas, tallas, relicarios y otros objetos cotidianos de las congregaciones que, en su mayoría, no han salido de sus edificios de origen y se dejan ver por primera vez ante el público. Algunas, incluso, han tenido que ser restauradas para poder ser expuestas.

«La labor ha sido posible gracias al inventario que se está llevando a cabo desde hace 15 años sobre el patrimonio artístico», explicó la comisaria de la muestra, Aurea de la Morena. «Aunque manejé más de 1.500 fichas, tenía que seleccionar 50 que tuvieran un discurso común y que estuvieran marcadas por la calidad». El resultado es un recorrido a baja luz por una atmósfera calcada de un convento real. Mientras se escuchan cantos gregorianos, las rejas de unas celdas ficticias sirven para panelar el recorrido y estructurarlo según los temas.

El primero se dedica a las propias monjas, «las verdaderas protagonistas de esta exposición», según De la Morena. Son una colección de retratos de diferentes religiosas a los que da la bienvenida una dulce obra de Pedro Pablo Rubens. Es la estampa de sor Ana Dorotea de Austria, hija del emperador Rodolfo II. A su lado, la también noble Santa Humbelina, pintada por Angelo Nardi.

Los fundadores, hombres y mujeres que impulsaron la creación de órdenes religiosas, son el tema del segundo apartado de la muestra. Dos enormes tallas de San Bernardo y San Benito firmadas por José de Churriguera destacan sobre las demás piezas. Las esculturas, que durante un tiempo se dieron por perdidas, formaban parte del gran retablo que el autor realizó para la iglesia de las Calatravas y ahora descansan en el monasterio de Moralzarzal. En la misma sala hay también tallas de Pedro de Mena.

Antes de llegar al tercer capítulo, que se consagra a las distintas imágenes de Dios, hay una parada por las Cartas de Profesión de las monjas. Tras ellas, los diferentes momentos de la vida de Cristo protagonizan la sala: Su pasión, con un Ecce Homo sufriente de Juan Antonio Escalante; su muerte, con la impactante imagen del Cristo yacente de Francisco Camilo, y su resurrección, con El salvador, de Antonio Pereda.

«A las monjas les costó muchísimo prestarnos esta pieza», reconoce De la Morena. El delicado conjunto escultórico en el que aparece María niña con sus padres, San Joaquín y Santa Ana, es una de las obras del apartado dedicado a la virgen. Con él, la inédita Virgen de la leche, en la que el niño está a punto de mamar, asombra a los ojos de un público más acostumbrado a otra imagen más tópica de la madre de Cristo. También la advocación de Atocha y la de la Soledad, típicamente madrileñas, tienen un rincón destacado.

Ora et labora, la regla de San Benito, sirve para denominar el capítulo dedicado a los objetos domésticos y de la vida litúrgica. Relicarios, medallones, una antiquísima tabla para planchar la ropa del convento, las pilillas que hay en las celdas llenas de agua bendita, la rotunda vajilla de barro que contrasta con la bella orfebrería de las celebraciones, todo el atrezo de la vida diaria en un convento.

La última parada de este tránsito monacal tiene lugar en una pequeña colección de fotografías realizadas por Gloria Rodríguez, en las que se puede ver a las hermanas de las Trinitarias de San Ildefonso y del Corpus Christi en su rutina diaria, ganándose la vida con los dulces, el ensobrado de las cartas para los bancos y la costura.

Clausuras

. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Alcalá, 13). Hasta el 25 de marzo. Visitas guiadas, martes a las 11.00 y jueves a las 17.00 h.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad