CÉSAR URRUTIA
MADRID.-
La del desarrollo de coches verdes no es la única revolución que tiene ocupada a la industria del automóvil para adaptarse a los nuevos tiempos. Si el fabricante japonés Toyota ha conseguido asentar su modelo híbrido Prius como el referente de una nueva generación de vehículos en los que la eficiencia energética es el motivo para comprar, ahora quiere pelear por el mismo objetivo en otro campo, el de los coches baratos.
Siguiendo el ejemplo de las aérolíneas, los fabricantes de coches se han propuesto adoptar la estrategia del bajo coste. Quieren atender así a una demanda de vehículos con precios inferiores a 10.000 euros que podría alcanzar un volumen de 18 millones de unidades en 2012, casi un tercio de lo que representa actualmente el mercado mundial del automóvil, según un estudio elaborado por la consultora Roland Berger.
Para lograr su objetivo, Toyota debería desbancar a Renault, que ostenta el título de pionero en este mercado con el lanzamiento en 2005 del modelo Logan a través de Dacia, filial rumana que emplea como segunda marca. Diseñado de la forma más simple posible, construido para reducir al máximo los costes de producción -se fabrica en Rumanía, Rusia Marruecos e Irán- y colmar el deseo de los clientes de exprimir el valor de su compra, la versión básica se vende en España por 7.800 euros. Con un único modelo hasta ahora, la marca rumana vendió cerca de 6.500 unidades el año pasado en nuestro país.
Katsuaki Watanabe, presidente del grupo nipón que aspira a desbancar este año a General Motors como mayor fabricante mundial de automóviles, anunció ayer que, sin tener aún un precio definido, Toyota ofrecerá un vehículo, «como mínimo», más barato que el Logan de Renault.
Contra las dificultades que encuentran la mayor parte de los fabricantes de automóviles para reducir costes de producción y mantener sus márgenes de beneficios en el mercado, Watanabe indicó al diario Financial Times que existen muchas maneras para alcanzar reducciones de costes. «La cuestión es definir cuál es el sentido de un producto que es usado. Basándose en eso, su diseño y producción serán distintos».
Según el ejecutivo, todo, desde el diseño a la producción, pasando por el empleo de materiales, será nuevo en el desarrollo del vehículo, que la compañía define como «ultrabarato».
Para fabricar su modelo, el grupo japonés podría utilizar instalaciones en el sur de Asia, continente que concentra la mayor parte de las expectativas de desarrollo para la industria del automóvil. El progreso económico de China o India y la demanda potencial de sus más de 2.000 millones de habitantes es seguida muy de cerca por el sector. El primero de estos dos países es ya el segundo mayor mercado de vehículos del mundo y dentro de tres años se calcula que, en India, 30 millones de hogares estarán en condiciones de adquirir un coche barato.
«La clave de todo este asunto es que los consumidores de todo el mundo buscan dar más valor a su dinero. El del automóvil de bajo coste es un segmento que crecerá por encima del resto en los próximos años», concluye la consultora Roland Berger.
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