MARIA RAMIREZ. Corresponsal
BRUSELAS.-
Los líderes de la UE decidieron ayer obviar la victoria en las urnas de los nacionalistas radicales y asumieron que han ganado las fuerzas «democráticas» y «pro-europeas», que volverán a formar un delicado Gobierno de coalición. El premio puede ser la reanudación de las charlas para la adhesión de Serbia a la UE.
«Espero la formación rápida de un Gobierno», dijo el jefe de Política Exterior de la Unión, Javier Solana, partidario de retomar las conversaciones con Serbia, en un delicado momento y a punto de perder Kosovo. La UE apoya que, con o sin nuevo Ejecutivo serbio, el enviado de la ONU, Martti Ahtisaari, presente su plan para la independencia el 2 de febrero en Belgrado y Pristina.
«Dos tercios de los escaños en el Parlamento irán a las fuerzas democráticas... Creo que ésa va a ser la base para un Gobierno que va a liderar el país en su camino hacia Europa», recalcó, tras la reunión de Exteriores de los Veintisiete, Frank-Walter Steinmeier, ministro de Alemania, presidente este semestre de la UE. Miguel Angel Moratinos incluso fue más lejos al negar la victoria de los nacionalistas: «Que haya sido el partido más votado no quiere decir que hayan ganado», aseguró el ministro español.
Sin embargo, el premio de Bruselas para el nuevo-viejo Gobierno de Tadic y Kostunica aún provoca debates. La UE suspendió el año pasado las negociaciones con Serbia para un Acuerdo de Estabilización y Asociación -el paso previo al proceso de adhesión-, porque el Ejecutivo de Belgrado no logró capturar y entregar al ex general Ratko Mladic, acusado de crímenes contra la Humanidad, al Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia. Ahora la mayoría de los Veintisiete quieren ser más flexibles y no supeditar la diplomacia a la suerte del ex general, pero en las instituciones de Bruselas aún perduran las diferencias.
El comisario de Ampliación, Olli Rehn, volvió a insistir ayer en que antes de reiniciar las conversaciones, Serbia debe certificar su «plena cooperación» con el Tribunal de La Haya y demostrar «un claro compromiso que lleve a la entrega de Mladic». Según fuentes comunitarias, el comisario pretendía incluir esta condición en la declaración de los Veintisiete, que rechazaron la idea en su empeño de animar a Serbia y recalcar su «perspectiva europea», es decir, su futura adhesión. Rehn y la fiscal de la corte, Carla Del Ponte, están «preocupados» por la flexibilidad de la UE, que recula en su presión para la «transferencia» del general en paradero desconocido. Moratinos criticó la línea dura contra Belgrado y recordó que la UE inició las negociaciones de adhesión con Croacia «antes» de la captura de Ante Gotovina, acusado de crímenes de guerra. «Hay que tratar a todos los países por igual y con igual nivel de exigencia», dijo.
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