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Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú (Gabriela Mistral) |
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La otra 'armada', a las puertas del cielo |
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FERRAN VILADEVALL. Especial para EL MUNDO
LOS ANGELES.-
No es casualidad, pero tampoco deja de ser sorpresa. La posibilidad de que hasta cuatro españoles -sin contar a Penélope Cruz y a los directores de cortometrajes-, puedan llevarse al tío Oscar dentro de un mes aproximadamente tiene que servir, como mínimo, para un reconocimiento internacional.
Habrá que ver cuáles son sus posibilidades, la mayor parte de ellos miembros de la familia de El Laberinto del Fauno, película mayoritariamente española, aunque con director, guionista y director de fotografía mexicanos. Uno de los españoles es Javier Navarrete, nacido en Teruel en 1956, que ha compuesto la banda sonora del filme de Guillermo del Toro, con quien ya colaboró en El espinazo del diablo. En su categoría, tendrá sólo a tres compositores con más veteranía en esto de la estatuilla dorada. Uno es el ganador del año pasado, el argentino Gustavo Santaolalla, que se cubrió de gloria gracias a Brokeback Mountain y este año compite por su trabajo en Babel. Luego está Philip Glass, cuya composición para Notes on a scandal le ha supuesto su tercer billete para la ceremonia de entrega. Y, finalmente, el pez gordo. Un Thomas Newman que ha recibido, gracias a El buen alemán, su octava nominación. Como hasta la fecha no ha ganado la estatuilla, es fácil pensar en una compensación por parte de la Academia.
Pilar Revuelta compite en la categoría de mejor dirección artística. Comparte con el equipo de El truco final (El prestigio) -capitaneado por Nathan Crowley y Julie Ochipinti- eso de ser primerizos. A pesar de ello, las perspectivas de victoria final no son buenas. Todos los demás contendientes tienen, al menos, un ganador en ediciones anteriores. Y son los del musical Dreamgirls los que parten en la pole position.
Tanto su director artístico, John Myhre, como la encargada de los decorados, Nancy Haigh, son dos fórmula 1 del ramo. El primero, además, tiene dos Oscar. Uno por Chicago hace cuatro años y Memorias de una geisha (2005, que compartió con Gretchen Rau, candidata este año por The good shepherd. Haigh tiene sólo uno, por Bugsy (1991). Los demás son también unos huesos. Siguiendo la tónica de laureados, los equipos del drama de espionaje The good shepherd y de Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto cuentan con nominados en anteriores ocasiones, Rau y Rick Heinrichs, cuyo trabajo en la aventura protagonizada por Johnny Depp, le llega tras ganar por Sleepy Hollow (1999).
Por último, están David Martí y Montse Ribé -también nominados a los Goya, que intentarán dar el golpe en la categoría de maquillaje. Igual se salen con la suya. Sólo hay dos contendientes además de El Laberinto del Fauno. Por un lado, la épica Apocalypto, esa violenta recreación del imperio maya, dirigida por Mel Gibson. Por otro, la comedia Click, representada por Kazuhiro Tsuji y Bill Corso -el único ganador del Oscar en todo el grupo.
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