«El tema de las reuniones entre ETA y el MAS es imposible y totalmente falso», afirmó Morales. «Es verdad que los compañeros [de partido] han sido invitados al País Vasco y yo, mucho antes de ser presidente, he estado en Bilbao varias veces , invitado por asociaciones sociales, públicamente. No creo que ETA se vaya a reunir en foros así», explicó el presidente de Bolivia saliendo al paso de la información publicada por el diario vasco El Correo, según la cual diputados del partido de Morales habían mantenido varios contactos con dirigentes de Batasuna.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aseguró tras tener noticia de estas palabras que, con ellas, la más alta instancia política boliviana expresaba de forma «clara y firme» su posición. En medios diplomáticos se añadía que el presidente de Bolivia no había hecho sino «descalificar» cualquier eventual contacto entre miembros del MAS y personas del entorno etarra.

No obstante, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, convocó ayer por la mañana en la sede del Ministerio al encargado de negocios de la embajada de Bolivia en España, Alvaro del Pozo, para pedir explicaciones al Gobierno de La Paz por los supuestos encuentros entre diputados masistas y dirigentes de Batasuna.

El número dos de Exteriores trasladó al representante diplomático boliviano la preocupación española y un mensaje tajante: «Un país considerado amigo y socio de España no puede mantener contactos de ningún tipo ni con ETA ni con miembros de su entorno, como es el caso de Batasuna, porque se trata de una organización ilegal».

Horas más tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores boliviano hacía llegar por vía diplomática las aclaraciones reclamadas por España. En una nota verbal se señalaba que los citados contactos han sido «hechos aislados que se habrían realizado», sin ningún tipo de autorización y, en todo caso, la persona que los mantuvo -el diputado Feliciano Begamonte - actuó «en desconocimiento de las actividades ilegales» de Batasuna. La nota, además, garantiza el «apoyo y la solidaridad» del Gobierno boliviano con el español en su lucha contra el terrorismo.

El propio Begamonte reconoció ayer que en junio de 2006 viajó al País Vasco invitado por «gente de los movimientos sociales», en referencia a Batasuna. «Se trató», dijo, «el tema de cómo encontrar una liberación del sometimiento a la derecha que hasta hoy sigue dominando en el País Vasco. Pero no coordinamos nada ilegal. Ellos querían conocer la experiencia boliviana». Begamonte viajó a España en sustitución del presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillos.

Novillos ya había asistido en 2003, invitado por Batasuna, al debate Naciones sin Estado, en el que, según dijo, «se dio un intercambio de ideas entre naciones oprimidas que plantean un proceso de liberación».

Para Novillos, de origen quechua, las similitudes del caso vasco y el indígena son «muchas», incluso en el aspecto de «trazar fronteras», puesto que «incluso dividieron el País Vasco en dos, con parte de sus provincias en Francia y otras en España, y ahora luchan por su reunificación». El Gobierno de Morales, por su parte, habla del sueño de reconstruir el Collasuyo, la nación andina -sur de Perú y norte de Bolivia-, separada «artificialmente» por los españoles.