Miércoles, 24 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6247.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú (Gabriela Mistral)
 ESPAÑA
Rajoy denuncia un 'proceso de degradación del aparato del Estado'
Pide que Rubalcaba cese tras la «grave» manifestación de guardias civiles Dice no descartar una moción de censura, pero no la contempla por ahora
CARMEN REMIREZ DE GANUZA

MADRID.- Mariano Rajoy denunció ayer lo que vino a denominar el «inicio de un proceso de degradación del aparato del Estado» en España, «enormemente preocupante».

Publicidad
El presidente del PP -que dibujó en el Foro ABC un sombrío panorama marcado por la falta de una verdadera agenda política en el Gobierno y su decisión de «no romper» con ETA y de perseverar en el «diálogo, con o sin retrasos»- hizo hincapié en el debilitamiento de las instituciones y del Ministerio del Interior. A su juicio, esto quedó evidenciado por la fuga de 19 jóvenes de Jarrai, los altercados en Alcorcón y la manifestación de 12.000 guardias civiles uniformados en contra el Gobierno.

Sólo por este último hecho, Rajoy consideró fuera de toda duda que el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba debería dimitir o ser destituido, llegando a enfatizar que, de haber ocupado el puesto de Rodríguez Zapatero, él ya lo habría removido de su cargo.

De hecho, fue a Zapatero a quien culpó Rajoy, primero, por haber incumplido sus promesas a los miembros de la Benemérita -«el origen de todo esto es una mentira; unos compromisos asumidos y no cumplidos, como en tantas otras facetas», dijo- y, segundo, por no haber relevado al ministro del Interior por su inacción. «Lo ocurrido», dijo, -no sin desmarcarse y asegurar que está «a favor del carácter militar de la Guardia Civil»-, «es de una enorme gravedad». «El presidente del Gobierno», insistió, «no ha estado a la altura de las circunstancias. Yo no tendría un ministro del Interior que resolviera este asunto como lo ha hecho. No tengo ninguna duda de que debería haber dimitido o ser destituido».

Junto a dicha movilización, sobre cuya repetición previno a un nutrido público de políticos, empresarios y periodistas reunidos en el Casino de Madrid, Rajoy incluyó la fuga de los jóvenes de Jarrai y los sucesos de Alcorcón. Recalcó que todos se produjeron «en las últimas 72 horas».

Además, Rajoy no dejó de sumar a los citados episodios otra larga lista de «líos» en el Ministerio del Interior. Recordó el «chivatazo» a un miembro de la red de extorsión de ETA y la decisión de un juez de la Audiencia Nacional de apartar de la investigación al jefe de la lucha antiterrorista, «sin que pase nada ni se den explicaciones en el Parlamento».

Rajoy también repartió estopa contra el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, cuyo cese ya pidió sin éxito en diciembre pasado, cuando fue confirmado como candidato autonómico en Canarias. No sólo criticó la incompatibilidad de las dos funciones sino que lanzó contra él la sospecha por los «acontecimientos» que se vienen produciendo en las islas con las denuncias de corrupción por parte de la Fiscalía.

Por supuesto, no se olvidó de denunciar su silencio en favor del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco frente a la manifestación convocada allí en apoyo del encausado Juan José Ibarretxe, ni la reciente actuación del fiscal General del Estado en el Tribunal Constitucional.

Rajoy había comenzado su intervención con una frase optimista: «Hoy me siento más alternativa que oposición», afirmó. Y, en este sentido, se refirió, de pasada, a un conjunto de propuestas que su grupo presentará en el Congreso en relación con los sucesos de Alcorcón y que, desde Asturias, su portavoz, Eduardo Zaplana, denominó «plan integral contras las bandas urbanas». Pero el tono general de su discurso no fue muy esperanzador. «Decir todo esto no es ser duro sino reflejar la realidad», repitió varias veces insistiendo en su mensaje de la víspera ante la Junta Directiva de su partido.

Ante la pregunta del director de ABC, José Antonio Zarzalejos, Rajoy afirmó que no descarta una posible moción de censura contra el Gobierno de Zapatero, pero fuera de micrófono insistió luego en que no entra, de momento, en sus planes.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad