Ponerse en contra de uno mismo, criticar lo que ella representa, es lo que hizo ayer la socia de Gobierno del PSC en Barcelona que, como tercera teniente de alcalde, se situó en el colectivo antisistema porque «se rebela contra la injusticia». Todo empezó en una entrevista concedida a TV3 en la que Mayol volvió a defender (como ya hizo la semana pasada) a los okupas. «Cuando se ocupan espacios desocupados y se les da una función social, me siento más cerca de un okupa que de un especulador», remató la líder de Iniciativa per Catalunya.

La elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y los candidatos tratan de marcar distancias entre ellos. En este caso, Mayol, concejal por ICV, trata de mostrar en cada comparecencia pública que su postura es de izquierdas, más que la de socialistas y Esquerra. Una carrera en la que se ha colado también Jordi Portabella, segundo teniente de alcalde en el Consistorio por ERC, quien ayer pidió un marco legal que ampare a quienes ocupan pisos vacíos.

Desde el PSC, el partido con mayoría dentro del tripartito local, intentaron ayer frenar esta cascada de manifestaciones. Y fue Joan Ferran el juez de paz de esta batalla lingüística. Porque Mayol «debería pensárselo dos veces antes de hacer según qué declaraciones», en opinión del primer secretario de la federación socialista de Barcelona. Lo dijo, no obstante, para «no dar alas a la oposición».

Y claro, entre tantas declaraciones cruzadas, a la oposición le ha faltado tiempo para saltar a la palestra. El primero en abrir fuego ayer fue Xavier Trias, presidente de CiU en Barcelona. El convergente, con sorna y pasmo, consideró que Mayol se ha inventado «una nueva categoría», la de «anstisistema con coche oficial». Trias instó al primer edil, Jordi Hereu, a decir «cómo piensa continuar en estos meses de gobierno que le quedan». Pregunta que contestó Alberto Fernández Díaz, presidente del PP en Barcelona, quien exigió «el cese inmediato» de Mayol.