Miércoles, 24 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6247.
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Sentada de más de 100 agentes en protesta por el caos en los vuelos de repatriación
El sindicato policial CEP denuncia la descoordinación en la deportación de inmigrantes Los funcionarios se concentraron en el aeropuerto de Tenerife sur tras varias horas de espera
ANA DEL BARRIO

MADRID.- Se les acabó la paciencia. No eran viajeros de Air Madrid ni turistas desesperados ni pasajeros en pie de guerra. Eran agentes del Cuerpo Nacional de Policía hartos de la descoordinación existente en los vuelos de repatriación de inmigrantes a sus países, de los continuos retrasos, de los aviones que nunca despegan, de los que salen y se tienen que dar la vuelta y de los vuelos de a ver si cuela.

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La gota que colmó el vaso se produjo el pasado sábado, cuando más de 120 policías protagonizaron una sonora sentada en el aeropuerto de Tenerife sur. El vuelo con inmigrantes deportados debía salir rumbo a Senegal sobre las 17.30 y eran las 23.00 horas y todavía no había despegado.

Ni cortos ni perezosos, los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) decidieron convertirse por un día en protagonistas de la protesta.

La Confederación Española de Policía (CEP) denuncia la continua descoordinación existente entre los ministerios del Interior, el de Trabajo y Asuntos Sociales y el de Exteriores a la hora de organizar los vuelos de repatriación.

«No se trata de un incidente aislado. Es la tónica habitual. Además, ahora amenazan con reducir las retribuciones salariales a los agentes por estos viajes, que pasarán de 120 a 60 euros», declaró ayer a este diario el secretario de Organización de este sindicato policial, Lorenzo Nebreda. Y lanzó una clara advertencia: «Si recortan las retribuciones, el plante del sábado no será nada al lado de las movilizaciones que vamos a organizar. No permitiremos que sean los policías quienes paguen el descontrol del Gobierno».

El sindicato policial CEP -el segundo en número de afiliados- ha enviado un escrito al comisario general de Extranjería y Documentación, Felipe Hernández, en el que reclama que no se repitan estos incidentes y que se coordinen las actuaciones entre los ministerios.

Más de 200 agentes fueron enviados en dos aviones a Gran Canaria y a Tenerife para que escoltasen a los inmigrantes senegaleses. Pero ninguno de los dos vuelos salió el sábado rumbo a Senegal. Al parecer, las autoridades de este país no querían que el avión aterrizase en Dakar y los pilotos no estaban dispuestos a tomar tierra de noche en San Luis.

Los aviones despegaron finalmente al día siguiente por lo que los más de 200 agentes tuvieron que pernoctar en el archipiélago.

En las dos ocasiones anteriores, los vuelos programados a Senegal fueron frustrados en el último minuto y no consiguieron partir. A este incidente hay que sumar que el último vuelo a Guinea Bissau para expulsar a 16 sin papeles regresó a España con 13.

El domingo hubo suerte y, en total, fueron seis vuelos los que aterrizaron en San Luis con 451 inmigrantes. Éstos sólo fueron identificados por las autoridades españolas y no por las del país africano y, de hecho, en el avión también viajaban inmigrantes de otras nacionalidades como malienses, mauritanos y guineanos, un hecho completamente insólito.

Las autoridades de Senegal se encargaron de precisar que la repatriación de los inmigrantes clandestinos se produjo a petición de España y que se trataba de una operación puntual, según informa France Presse.

Algunos de los inmigrantes mostraron su indignación a su retorno, ya que les habían enviado a un país que no era el suyo. «No entiendo nada. Yo soy de Costa de Marfil y me han expulsado a Senegal, que no es mi país», protestó Adama Camara a su llegada.

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