Pregunta.- ¿Sigue siendo el candidato de IU a la Alcaldía?

Respuesta.- No reconocemos a la Comisión Federal de Garantías porque ha trabajado fuera de los Estatutos. Ayer [por el lunes] la resolución de la Comisión ha sido asumida por la Presidencia Federal y a ese órgano sí lo reconocemos. La Presidencia ha planteado que hay plazo hasta el 6 de febrero para alcanzar un acuerdo. Mientras, la candidatura está en suspenso. Seguimos defendiendo la necesidad del diálogo que no ha sido posible en la izquierda madrileña, pero que puede ser posible con la Comisión Permanente Federal.

P.- La principal discrepancia es quién elige al candidato al Ayuntamiento, los militantes de toda la región o sólo los de la ciudad.

R.- Esa discrepancia va a seguir porque no la resuelve la resolución. De hecho, ni siquiera cita al Consejo Político de Madrid Ciudad y niega el proceso de primarias. Sí plantea que se elija al candidato en los distritos.

La candidatura al Ayuntamiento la ha elegido Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid desde que existe IU. Madrid y su área metropolitana reúnen al 95% de la población. No hay ni una sola política de la ciudad que no afecte a toda la región. Por eso, la elección del candidato municipal no puede ser un problema local; tiene una entidad mucho mayor y, cuanto menos, es de la comunidad autónoma.

P.- Quedan sólo cuatro meses para las elecciones, ¿no están jugando con fuego?

R.- Sí. Estamos jugando con fuego. Y esto nos debería servir para clarificar en el futuro y en próximas asambleas aspectos del funcionamiento de IU. En IU, cualquier afiliado o afiliada puede intervenir en cualquier asunto y eso no tiene nada que ver con una organización operativa. Tenemos unos Estatutos que nos hacen muy democráticos pero absolutamente inoperantes.

P.- ¿Eso cambiará algún día?

R.- En el futuro, habrá que poner los mecanismos claros y decir que las direcciones están para dirigir y cuando lo hacen mal, se las cambia. Lo que no puede ser es elegir una dirección para cuestionarla.

P.- ¿Esta es una crisis más o la definitiva? Lo digo por la implicación de la dirección federal y porque se plantea anular, incluso, la elección de los cabezas de lista...

R.- Ésta es la primera vez en la que la dirección federal interviene políticamente en una federación soberana y sucede en un momento que contrasta con el discurso de IU. Esta formación apuesta por una España cada vez más descentralizada y en lo interno, se produce la primera intervención de la dirección federal en un asunto de una federación. Éste es un contraste difícil de explicar.

P.- ¿Es ésta una guerra entre la dirección federal y la de Madrid?

R.- ¡No es una guerra! Es un debate político.

P.- Un debate enconado y muy enfrentado.

R.- Yo preferiría que fuera un debate político. Los compañeros de Euskadi se confederan en IU y nadie dice nada; nadie cuestiona su derecho a decidir. En Cataluña, están en coalición con Iniciativa per Catalunya, que es otra fuerza y nadie dice nada. Pues resulta que en Madrid no podemos aplicar el mismo método de elección de candidatos que hace cuatro años porque hace cuatro años era muy democrático y ahora no.

P.- Si la crisis no se resuelve, ¿no corre IU el peligro de no llegar al 5% en el Ayuntamiento y en la Comunidad, con lo que desaparecería de esas dos instituciones?

R.- No es bueno que las crisis no se resuelvan. Por eso, vamos a poner mucho empeño en resolverla.

P.- ¿Pero existe la posibilidad de bajar del 5%?

R.- IU tiene unas bases electorales consolidadas que comprenden nuestros problemas. Pero si nosotros nos empeñamos en que no nos comprendan, es posible que lo consigamos y que bajemos del 5%. A mí me gustaría que eso no sucediera. La existencia de IU es fundamental en la democracia española, para que no se consolide el bipartidismo y para que exista una tercera fuerza política de ámbito estatal.

P.- ¿Cabe la posibilidad, como ha dicho alguien, de que en mayo haya dos listas de Izquierda Unida, una de IU Madrid y otra de IU Federal?

R.- A día de hoy, prefiero pensar que no. Eso no debería ser así porque significaría el fracaso absoluto de todo el proyecto.

P.- Al margen de la crisis, lleva más de seis meses de campaña. Aunque sea difícil escoger uno, ¿cuál es el principal problema de Madrid?

R.- Hay uno que me preocupa sobremanera y es la destrucción de la cohesión social y la destrucción de la identidad colectiva. Los estallidos de violencia tienen mucho que ver con la falta de políticas de integración, de equipamientos sociales, de mecanismos para que la gente se articule y se sienta parte de algo.

P.- Las encuestas dan al PP una holgada mayoría absoluta, ¿coincides con ese pronóstico?

R.- Las encuestas son indicativas pero faltan cuatro meses para las elecciones. Es evidente que el PP está potente en Madrid pero también es cierto que la ciudadanía siente cada vez más la necesidad del cambio. Éste es un partido que hay que ganar porque no está jugado todavía y hay veces en que, incluso, gana el Atleti.

P.- ¿Cómo ve al candidato del PSOE, Miguel Sebastián?

R.- El amigo Sebastián puede dar cierta frescura a la campaña pero le precede una fama de hombre liberal y representante de las políticas más duras del PSOE. Pero siempre hay tiempo para cambiar.

P.- ¿Un ex directivo del BBVA y un comunista pueden gobernar juntos?

R- Es difícil. En toda la precampaña, nosotros estamos mostrando una preocupación por los problemas sociales. No es que yo no esté preocupado por la deuda, pero estoy seguro de que ningún banco va a embargar al Ayuntamiento de Madrid. Por eso, estoy mucho más preocupado por la falta de equipamientos sociales, por la falta de políticas de vivienda, de la educación, los jóvenes, los niños...

P.- ¿Entonces, no podría ser su vicealcalde?

R.- Eso es absolutamente prematuro. Pero comparando las ideas que hasta ahora ha planteado Sebastián y las que se conocen con las ideas que tiene Izquierda Unida, eso es francamente difícil.