La patrulla, formada por dos tanques, pasaba cerca de la aldea de Debin cuando niños y jóvenes comenzaron a arrojarle piedras. El camino estaba sembrado de pedruscos y de algunas barricadas ardiendo, colocadas con motivo de la huelga general convocada por la oposición liderada por Hizbulá para derrocar el Gobierno de Fuad Siniora.

Los soldados libaneses desplegados en el área acudieron a comprobar lo que sucedía y pidieron a la gente que no volviese a arrojar piedras sobre los cascos azules, que debido a la situación han disminuido sus patrullas. No es la primera vez que los cascos azules españoles son apedreados en las aldeas del sur del Líbano.

Los cascos azules españoles desplegados en el sur de Líbano dentro de la Fuerza Interina de la ONU (FINUL), realizan cuatro proyectos sociales con un costo de 39 millones de dólares, unos 35 millones de euros, según fuentes de dicho contingente. Los proyectos incluyen asistencia sanitaria, desactivación de proyectiles, obras de reconstrucción y desarrollo, así como un programa de enseñanza del español.

El Gobierno autorizó el despliegue de 1.100 efectivos en el Líbano, un número que no se ha alcanzado, según fuentes militares.