SERGIO PICCIONE
Leopoldo Pirelli murió ayer en su residencia de Portofino (Italia), donde había decidido retirarse a finales de 1999, abandonando, después de una dilatadísima trayectoria, la actividad empresarial. Nacido en Velate, un pueblo próximo a Varese, el 27 de agosto de 1925, tenía 81 años y era en la actualidad presidente honorario de Pirelli SpA.
Nieto de Gian Battista Pirelli -el fundador de la compañía-, sucedió al frente de la misma a su padre Alberto y a su tío Piero. A sus espaldas queda toda una vida dedicada a convertir al fabricante italiano de neumáticos en uno de los más grandes del mundo. Algo que consiguió plenamente porque sólo los gigantes Michelin, Bridgestone/Firestone, Goodyear y Continental superan a la empresa que lleva su nombre.
Antes de incorporarse, a los 25 años, a la empresa familiar, realizó estudios de Mecánica. Pirelli fue uno de esos empresarios capaces de aprovechar todas las oportunidades que surgieron en la Italia desarrollista de los años 50 y 60. Pero, a diferencia de colegas, como Giovanni Agnelli -con el que mantuvo una estrecha relación-, o los miembros de las familias Orsi y Rivolta -que se distinguieron por su vida mundana, sus frecuentes apariciones en las noches de Via Veneto o en los lugares de veraneo más concurridos de La Riviera italiana-, Leopoldo Pirelli fue siempre un hombre prudente y poco amigo de fiestas.
Sin embargo, fue uno de los primeros en intuir la necesidad de globalización del negocio. Por eso, a finales de la década de los 60, intentó llegar a una alianza con la empresa británica Dunlop, que acabó fracasando al cabo de algún tiempo al meterse por medio los japoneses de Sumitomo, que terminarían comprándola. No se rindió y, una década después, volvió a intentarlo al tratar de adquirir la norteamericana Firestone. Pero de nuevo los japonses se cruzaron en su camino y fue Bridgestone la que acabó haciéndose con el fabricante estadounidense. Su último movimiento, también fallido, fue una OPA sobre la germana Continental que, con el respaldo del Deustche Bank y otras empresas alemanas, logró resistir el embite italiano.
Tras este último fracaso, en 1996 cedió el poder ejecutivo de la empresa a su yerno Marco Tronchetti Provera, esposo de su hija mayor Cecilia, quien le dio la satisafacción de lograr un acuerdo con la Cooper Tires para ampliar su penetración en el mercado norteamericano, una de las asignaturas pendientes del fabricante italiano de neumáticos.
Leopoldo Pirelli, empresario italiano, nació en Velate (Milán, Italia) en 1925 y falleció el 23 de enero de 2006 en Portofino.
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