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| El chantaje se ha vuelto respetable (Robert G. Menzies) |
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| BULEVAR |
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| No respires, por favor |
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CRISTINA PERI ROSSI
En los duros inviernos de mi infancia montevideana, cuando diluviaba, el viento no dejaba avanzar y el hielo formaba pistas donde deslizarse involuntariamente, mi madre, asustada, me decía: «No respires, nena, no respires», en vano intento de evitarme un resfriado.Cincuenta años después, si mi madre viviera en Barcelona, tendría que repetirme la frase: «No respires, nena, no respires», (una nunca se convierte en una mujer para su madre, salvo que tenga hijos). Debido a la contaminación que padecemos en esta ciudad, una de las más altas de Europa, si no la más alta. Hemos tenido unas brillantes Olimpiadas en l992, al llegar al aeropuerto de El Prat nos informan de que estamos en la ciudad de los negocios, pero respiramos uno de los peores aires del continente. ¿Será porque para hacer negocios no hay necesidad de aire fresco y saludable? Yo, que no tengo la menor vocación, ni capacidad de negocios (el único que conozco es el intercambio, y hace siglos que no funciona) me imagino los negocios como una conspiración, en lujosos despachos llenos de gráficas, punteros, carpetas repletas de números y un equipo de hombres (los equipos casi siempre suelen ser de hombres) que deciden cosas importantísimas, como el precio del petróleo, del metro cuadrado en construcción en Barcelona, la invasión de un país o la pesca del atún en aguas del Báltico.¿Respiran, estos hombres? ¿Caminan por la calle o sólo se desplazan en autos oscuros, con las ventanillas blindadas? Seguramente estos hombres no respiran el aire común de los mortales, que somos la gente que no entendemos nada de negocios.
La Unión Europea estableció hace tiempo los máximos permitidos de contaminación atmosférica, pero Barcelona los supera con creces.Dicho de otro modo: l@s ciudadan@s hemos hecho el esfuerzo de dejar de fumar, pero el Ayuntamiento no ha hecho el esfuerzo de mejorar el aire. Dicho de otro modo: mi alergia no tiene la menor posibilidad de disminuir, mientras las emisiones de dióxido de nitrógeno sean tres o cuatro veces superiores a las permitidas.Dicho de otro: los barceloneses y barcelonesas no contraeremos neumonías o enfermedades respiratorias a causa del tabaco, si hemos dejado de fumar, pero las contraeremos, de todos modos, por respirar este aire altamente contaminado. Y si en EEUU muchas personas han demandado a las compañías tabacaleras por su bronquitis o su cáncer de pulmón, ¿podremos los barceloneses y barcelonesas demandar al Ayuntamiento por la contaminación que padecemos?
No es un problema sólo de alergias; los virus encuentran un caldo de cultivo muy eficaz para reproducirse en estas condiciones.(¿Cuántos de ustedes, queridos lectores, arrastran desde fines de septiembre un catarro que no se va con nada?)
Necesitamos más espacios verdes; una ciudad sin pulmones es una ciudad muerta. Y menos velocidad en los autos, que contaminan, pero también, más control sobre las industrias y sobre las energías contaminantes. Es la tarea más inmediata que tiene que afrontar el Ayuntamiento.
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