Jueves, 25 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6248.
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Miguel Poveda desembarca en el Auditori con su regreso a la esencia del flamenco
El cantaor presenta en Barcelona su nuevo trabajo discográfico, 'Tierra de calma'
ANA MARIA DAVILA

BARCELONA.- De tanto en tanto, la tierra tiene que descansar.Tomarse un respiro, silenciarse y recogerse dentro de sí misma antes de volver a dar frutos. De eso, en Jaén, dicen Tierra de calma. Y por lo mismo, ése es también el nombre que el cantaor Miguel Poveda (Badalona, 1973) ha querido darle al disco con el que ha regresado a las esencias flamencas tras un paréntesis de seis años.

Sin embargo, y a diferencia de los campos que permanecen dormidos, durante ese tiempo Poveda ha volado libre sobre los más diversos territorios. Entre ellos, el de la copla, con Martirio; el de los tangos, con Rodolfo Mederos; el del jazz y la música sinfónica, con Joan Albert Amargós; y también el de la poesía catalana, materializado en ese espléndido Desglaç, su anterior trabajo.

Y ahora, por fin, le ha tocado regresar a sus raíces, al género que configura la auténtica columna vertebral de todo su inquieto quehacer artístico. El resultado es esta Tierra de calma, que Poveda presentará el próximo sábado en el Auditori y el miércoles 31 en el Teatro Albéniz de Madrid.

Perfilado desde la tranquila luminosidad de su casa sevillana, en compañía del guitarrista Juan Carlos Romero, productor y autor de la mayoría de los temas, Tierra de calma es «mi disco más sureño, porque tiene que ver con mi vida actual en Sevilla, pero también, con la calma de volver al flamenco después de tantos años».

El que regresa, sin embargo, no es el mismo que partió. «Lógicamente, todas las experiencias que he ido acumulando en estos años me han marcado, para lo bueno y para lo malo. El hecho de trabajar con músicas tan distintas me ha enseñado muchas cosas, en todos los niveles. Hasta el hecho de levantarte de la silla te hace aprender algo nuevo», cuenta Poveda.

El aprendizaje suma, aunque a veces demasiado. «Por eso ahora, Juan Carlos me ha tenido que ayudar a quitarme de notas. Yo venía cargado de músicas y para el flamenco has de ser más esencial, más concreto», añade el cantaor.

Con las ideas claras respecto a «lo que no quería grabar», el disco se gestó a partir de un intenso diálogo con Romero, amigo y vecino, para más señas. «Hablamos mucho de cómo veíamos el flamenco y a partir de ahí surgió la idea de hacer un disco que coge como punto de partida los cantes antiguos, esa forma de escribir que tenía la música popular, y le da continuidad, pero sin que se note», explica el músico, que en este nuevo y meditado trabajo se arranca por bulerías, soleás, malagueñas, tangos y sevillanas. Y también con una copla, un tema de Quintero, León y Quiroga, La radio de mi madre, que el cantaor incluye como referencia a sus propias vivencias sonoras.

Todos los temas del álbum, completado con repertorio tradicional, podrá oírse en los conciertos de Barcelona y Madrid, en los que contará con la colaboración de las guitarras de Romero y Paco Cruzado; las percusiones de Paquito González y Antonio Coronel y las palmas de Carlos Grilo, Juan Peña y Cantarote. De manera especial, también actuarán la bailaora Rocío Molina y el pianista Diego Amador, en sustitución de Diego Carrasco que le acompaña en el disco en un tema.

Poveda, que reconoce que las experiencias artísticas vividas en los últimos años le han llevado a profundizar en «mi compromiso con el flamenco», trabaja también estos días en la preparación de su siguiente proyecto: una colaboración con Maria del Mar Bonet que formará parte de la embajada cultural catalana en la Feria del Libro de Frankfurt. «Es un proyecto en el que, además del repertorio propio de cada uno (yo haré temas de Desglaç), preparamos otro conjunto basado en cantes de trabajo mallorquines y flamencos. Hemos encontrado que hay una similitud entre ambos y estamos procurando encontrarnos en un territorio común», adelantó el artista.

Antes de eso, sin embargo, Poveda estará también en el Festival de Peralada, junto a Amargós y Chicuelo, con su Flamenco sinfónico, en el curso de una actuación que se prevé será disco en directo.

A un plazo mucho, mucho más largo, el cantaor aspira a grabar una Antología del cante flamenco. «Pero eso es algo que me lo planteo para dentro de siete, ocho años. Es un proyecto al que quiero llegar desde la perspectiva de un cantaor más mayor», concluye.

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