Los 'dejà vu' del Barça empiezan a parecer casi de película con marmota. La semana que viene, volverá a encontrarse con el Zaragoza en los cuartos de final de la Copa del Rey. Posiblemente, cambiarán los equipos iniciales de unos y otros, han cambiado sus uniformes, pero el árbitro será el mismo: Julián Rodríguez Santiago.
El que confía en no revivir la historia, seguro, es Ronaldinho.El 'crack' acabó el encuentro del año pasado mucho antes de lo que le habría gustado, después de que el colegiado le mostrara una polémica tarjeta roja tras un encontronazo con un rival en el centro del campo. Ni se lo creía. Quería comerse al árbitro.El técnico azulgrana, Frank Rijkaard, tuvo que acompañarlo del brazo hasta los vestuarios. No en vano, sentado en el palco del Camp Nou, estaba Pelé, el mítico ex futbolista vencedor de tres Mundiales con la 'canarinha'.
Aquel era el partido de vuelta de una eliminatoria que se había puesto muy cuesta arriba para el Barça con el 4-2 encajado en La Romareda. A pesar de la expulsión, los azulgrana consiguieron una mínima victoria por 2-1 a la postre insuficiente para darle la vuelta al cruce. En la siguiente ronda, las semifinales, esperaba el Real Madrid, que también fue apeado por el equipo maño tras caer por 6-1 en Zaragoza y quedarse a un solo tanto de la remontada en el Bernabéu (5-1).
En esta ocasión, el partido que disputarán Barça y Zaragoza la semana que viene en el Camp Nou corresponde a la ida de la eliminatoria de cuartos de final. A partir de las 22.00 horas, el balón echará a rodar sobre el césped. Ronaldinho, si juega, a buen seguro, esperará aguantar bastante más que 38 minutos en el campo.
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