JUAN DE DIOS ROMAN
La velocidad hay que entenderla no solamente desde la acepción de la capacidad de traslación del jugador sino igualmente desde la óptica de la ejecución de la acción técnica puntual y, más importante aún, como capacidad de toma de decisiones durante el juego. En un deporte donde la lucha por el espacio es vital, las capacidades que facilitan la ocupación de los mismos tienen en las diferentes formas de la velocidad el mejor argumento. España, más rica en esta faceta que Rusia, interpretó con eficacia especialmente en la ejecución de los pases y en las decisiones tácticas entre dos jugadores. Manera más hábil de esquivar la fortaleza física del rival en los contactos.
La inestabilidad en la defensa 5:1 se apreció de nuevo en el equipo español; bien por cansancio de Davis al no tener relevo por las molestias de Parrondo, en la función de avanzado, bien por los análisis de los contrarios y soluciones que nos desequilibran, la realidad es que los jugadores se encontraron con más orden, seguros y eficaces en el 6:0 ordenado por Pastor en el segundo periodo, y ya se sabe que al funcionar la defensa todo se hace menos complicado. La habitual búsqueda de situaciones 2:2 en ataque se interpretó con diferentes soluciones entre las cuales el lanzamiento a distancia nos concedió cierta esperanza. Las aportaciones de Uríos forzando lanzamientos de siete metros y la eficacia de Juanín en convertirlos fue suficiente para superar al fuerte rival.
Dinamarca, el rival de hoy, no tiene suerte en esta competición. Desde la medalla de plata del Mundial de Suecia de 1967 sus mejores resultados fueron la cuarta posición de 1970, 1978 y 1982. En Túnez 2005 la 13ª plaza aún sonroja a un país que acapara todas las medallas de las últimas generaciones de jugadores jóvenes. Balonmano de calidad asimilado desde la escuela, que les aporta continuamente éxitos a nivel junior, interrumpiendo los jugadores su progresión en las categorías de mayores en las que siempre amagan y nunca golpean. En los campeonatos de Europa les va bastante mejor.
Equipo con clase al que le falta algo de pegada. Jugó al máximo de sus posibilidades contra Croacia y una excelente dirección de su entrenador Wilbek (oro olímpico en dos ocasiones con la selección de mujeres). Buen estratega, aporta variables defensivas con riesgo evidente pero intentando olvidar el 6:0 intocable en la historia de la defensa danesa. España tiene la ocasión de asegurar ya la clasificación para cuartos de final y pensar en distribuir esfuerzos en las próximas jornadas.
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