BELÉN FERRERAS
BILBAO.-
Batasuna advirtió ayer de que sólo contempla una posibilidad «compatible» con la situación de Iñaki de Juana Chaos: su puesta en libertad.
Jone Goirizelaia lo dejó ayer bien claro: «Nosotros sólo contemplamos su inmediata puesta en libertad porque no hay ninguna razón, ni legal ni de otro tipo, para que esté en prisión», señaló la abogada y dirigente de Batasuna.
Goirizelaia participó ayer en una concentración convocada por el sindicato LAB en contra de la siniestralidad laboral, pero preguntada por la posibilidad de que la Audiencia Nacional revise la situación del preso de ETA en huelga de hambre desde el 7 de noviembre, dejó entrever que la formación ilegalizada no vería con buenos ojos que los magistrados se limitaran a decretar una figura como la prisión atenuada, que no supusiera la libertad inmediata de De Juana. «La única posibilidad que vemos con su situación actual, a todos los niveles, es su puesta en libertad inmediata», insistió.
Jone Goirizelaia afirmó que hay caminos para hacerlo y aseguró que «el PSOE tenía y tiene posibilidades de que esto sea una realidad», por lo que confió en que esta «puesta en libertad» se decida «en las próximas horas».
«No hay ninguna razón ni legal ni de otro tipo para que esté en prisión una persona por escribir dos artículos de prensa», reiteró.
Las declaraciones de Jone Goirizelaia coinciden con lo expresado el pasado martes por el dirigente de Batasuna, Arnaldo Otegi, que aseguró que el preso de ETA Iñaki de Juana Chaos tendría que «estar en la calle hace mucho tiempo», ya que a su juicio fue condenado por dos artículos de opinión «aplicando el derecho penal del enemigo».
En este sentido, y de cara a la decisión que pueda tomar la Audiencia Nacional, Otegi afirmó que «no tiene ningún sentido que siga encarcelado».
También ayer, el coordinador de Aralar (formación que se desgajó de Batasuna porque rechaza la violencia), Patxi Zabaleta, dijo que es una «buena noticia» que la Audiencia Nacional se replantee la situación judicial de De Juana. Según defendió, se trata de una «atención humanitaria».
Para Zabaleta, quienes se oponen a la medida, como la AVT, lo hacen porque «son instrumentos de una política radical» y «han perdido el contacto con la realidad humana».
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