Los alcaldes del Sur acudieron ayer, en compañía de Rafael Simancas, secretario general del Partido Socialista de Madrid, a expresar su apoyo al primer edil de Alcorcón, Enrique Cascallana, tras los sucesos que se produjeron el pasado fin de semana.
El Sur es un gran caladero de votos socialistas. Muchos de los alcaldes del PSOE, no todos, han convertido estas localidades dormitorio en buenas ciudades para vivir con empresas tecnológicamente avanzadas, hospitales, universidades, parques... y buenos servicios municipales.
Pero los incidentes del sábado y domingo han dado miedo. Y los alcaldes socialistas de Getafe, Leganés, Parla y Pinto se solidarizaron con Alcorcón, pero prefirieron echar la culpa a los que han exagerado los incidentes que anunciar un programa de choque contra los brotes racistas para aislar a los pocos o muchos que comparten estos sentimientos xenófobos.
Estas localidades del Sur están en todas las organizaciones ciudadanas progresistas y contra el racismo. Quizá con eso no basta y tengan que poner en marcha políticas sociales diferentes a las que hay actualmente, en las que invierten muchos euros.
Enrique Cascallana, alcalde de Alcorcón, que dijo estar orgulloso de ser del Sur, invitó «a los tertulianos y no tertulianos» a conocer estas ciudades «que no son el Sur que han pintado». Insinuó que si los sucesos se hubieran producido en el Norte, los medios no hubieran dado tanta importancia al conflicto. Reiteró que en Alcorcón, a pesar de los incidentes del fin de semana, «no hay bandas organizadas latinas ni problemas de racismo y xenofobia, sino un hecho puntual, localizado y atajado».
Enrique Cascallana criticó a quienes de manera «consciente o inconsciente, interesada o desinteresada, sobredimensionan estos hechos haciendo un flaco favor a la normalización de la vida del municipio». Reiteró que Madrid no es Sant Denís (donde se produjeron graves incidentes con los inmigrantes), «ya que las políticas sociales hacen que tengamos buenos servicios, universidad, hospitales, y que el paro esté por debajo de la media nacional».
Cascallana, qu se siente arropado por las asociaciones y el tejido social de Alcorcón, explicó que durante estos días ha echado de menos «una llamada telefónica de Esperanza Aguirre».
Espera que se imponga la sensatez y que no se produzcan actitudes racistas a la vez que pidió que se llame a la desmovilización y no se produzca ningún suceso más. Espera que sus paisanos den un ejemplo de civismo en las próximas jornadas. Cargó contra el portavoz del PP en la localidad por haber utilizado los incidentes políticamente.
Rafael Simancas calificó los sucesos de Alcorcón de «incidentes» que han tenido «una respuesta inteligente» por parte de las autoridades para evitar que puedan repetirse. Para el secretario de los socialistas madrileños se ha tratado de «un episodio violento, localizado que es importante atajarlo». Simancas señaló que se deben normalizar comportamientos violentos, pero insistió en que no hay racismo, ni xenofobia, ni bandas violentas.
Apoyó los argumentos del alcalde de Alcorcón de que los que sobredimensionan los hechos hacen un flojo favor y felicitó al Ayuntamiento y la delegación de Gobierno por la actuación que han tenido durante estos días.
Rafael Simancas afirmó que no faltan policías, tal y como aseguró el PP «ya que desde que llegó el Gobierno socialista se han incorporado 6.500 agentes a la Comunidad».
Criticó al Partido Popular por «buscar rendimiento político» y «por reaccionar mal». En concreto, dijo que Esperanza Aguirre ha echado gasolina «para sacar rendimiento político».
Prometió que el próximo Gobierno de la Comunidad de Madrid, que saldrá de las próximas elecciones, y que estará presidido por él, «garantizará el orden público, la seguridad ciudadana y la educación en tolerancia y libertad, haciendo un especial esfuerzo en políticas de integración»
Definió el Sur como un «espacio de convivencia», algo en lo que insistieron José Luis Pérez Raez, alcalde de Leganés, Tomás Gómez, alcalde de Parla y Pedro Castro, Getafe.
Por otra parte, el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, presentará hoy, junto con los secretarios de UGT y CCOO de Madrid, José Ricardo Martínez y Javier López, y los responsables de partidos políticos y de varias entidades sociales, juveniles, vecinales y de inmigrantes, un manifiesto por la convivencia y la tolerancia.