El director general de seguridad del Ayuntamiento de Alcorcón, José García Archidona, indicó ayer que no se permitirá la celebración de ningún acto para evitar posibles altercados. «Cualquier acto que se proponga en Alcorcón será rechazado», aseveró. «Cualquier llamada a reunirse en la calle puede suponer un riesgo que se puede evitar», señaló el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana.

Para la noche de ayer la Asamblea por la Convivencia Pacífica y contra el Racismo, formada por diferentes asociaciones juveniles y vecinales de Alcorcón había convocado una concentración pacífica bajo el eslogan «Contra el racismo y la xenofobia». El lugar de encuentro, las canchas del Centro Joven, en la calle de Maestro Victoria. Unos 300 jóvenes y vecinos acudieron con ánimos pacíficos. Incluso tenían organizado un cordón de seguridad para que ningún joven que no apoyase la convivencia pacífica entrara en la concentración.

Pero al llegar se enteraban de que había sido suspendida. La policía se encargó de impedir cualquier conato de reunión y disolvió a los chavales. Varios jóvenes antisistema desplegaron en la plaza una pancarta con el lema: «No al racismo. De aquí o de fuera, la misma clase obrera». Enseguida la policía se les echó encima.

Un portavoz del grupo Antifascista explicó que una «maniobra política del PSOE había» abortado la manifestación. «No entendemos como no se nos deja expresarnos en libertad», se quejó otro chico. Estos jóvenes repartieron un comunicado en el que indicaban: «Estamos en contra de las bandas que atemorizan a la juventud y la chavalería. Pero queremos dejar claro que el que existan estas bandas es un problema estructural del sistema capitalista injusto». Además denunciaron el abandono de las instituciones a los jóvenes y criticaron a los medios de comunicación por tergiversar todo lo ocurrido. También censuraron a la policía por aumentar la tensión en estos barrios con la represión. «La respuesta popular del pasado fin de semana no es de tinte xenófobo, ha sido levantamiento del pueblo de Alkorkón ante la violencia de las pandillas».

Otra joven repartió una octavilla donde aseguraba que «la mayoría de los vecinos de Alcorcón somos antirracistas. De lo que sí estamos en contra es de que un grupo de personas, independientemente de su nacionalidad, venga amedrentando a los chavales, pegándoles palizas e incluso violando». Proseguía el escrito: «Por eso el pueblo se ha unido para decir que nadie va a venir a romper la armonía que siempre hemos tenido entre diferentes culturas. Alcorcón es multirracial y multicultural. Todos tenemos amigos de otras nacionalidades, no debemos dejar que esto se convierta en un problema xenófobo y mucho menos que grupos ultras se aprovechen».

Atemorizados

Algunos vecinos indicaron que grupos de latinoamericanos estaban atemorizando a chavales. «A mi hija la han robado y la han pegado en una cancha cercana», señaló uno de ellos. Otro joven apuntó en un escrito: «Estamos hartos de que siempre los medios protejan a los inmigrantes y todo lo que hacen. Todo es muy fácil desde la barrera, pero algunos grupos de latinoamericanos han ocupado las calles y encima tenemos que aguantarnos y respetar sus leyes. ¡Que es esto! Nos echan de nuestras calles.

También ayer el PP de Alcorcón desconvocó la manifestación contra el racismo y la xenofobia prevista para hoy tras pedírselo la delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre. Granados explicó a Efe que la delegada insinuó que no era el momento oportuno de su celebración aunque se mostró de acuerdo con el «espíritu» de la misma.

La Delegación considera que aunque la concentración perseguía un «buen fin», en estos momentos no resulta «en absoluto conveniente».

Por último, también el Sindicato de Estudiantes ha suspendido la manifestación y la jornada de lucha para mañana viernes. Con todo, varios jóvenes del barrio de Torres Altas mantienen que el próximo sábado saldrán a la calle para manifestarse. A este acto se han unido varios grupos ultras. Precisamente, ayer por la mañana en los alrededores del Centro Joven se dibujaron pintadas con los lemas». «No es por el racismo, muerte al latino», «Kaza al latino» y una corona de cinco puntas, símbolo de los Latin King, tachada.

Doris Juárez, la mujer ecuatoriana que atendió al joven apuñalado el pasado sábado en Alcorcón tras los incidentes entre españoles y latinoamericanos, afirmó ayer que desde entonces recibe amenazas de muerte por ser «extranjera». En declaraciones a Europa Press, Juárez explicó que un miembro del grupo de unos 20 jóvenes que suelen acudir al bar donde trabaja, en la Casa de la Cultura de Alcorcón, lleva días diciéndole que la va a matar «a puñaladas» por ser extranjera. La camarera, que ayer respondió a las preguntas de la Policía Científica en torno al suceso, afirmó que tiene que pedirle a su marido que vaya a recogerla a su puesto de trabajo porque está «aterrorizada».

Las 10 parroquias de Alcorcón leerán este fin de semana un comunicado conjunto en el que lamentan los hechos ocurridos el pasado fin de semana en la localidad -con el enfrentamiento entre grupos de jóvenes latinos y españoles- y en el que pedirán a los feligreses que «no respondan a la violencia», según informó a Europa Press el arciprestazgo de Alcorcón, que decidió elaborar este comunicado después de desestimar participar en el documento que ha elaborado el Ayuntamiento. El arcipreste de la localidad y párroco de Santa María La Blanca, Guillermo del Corral, aseguró que el ambiente que se respira en la ciudad es de «tranquilidad».

El Sindicato Unificado de Policía en Madrid (SUP) reclamó ayer chalecos antibala y más medios de autoprotección para los efectivos que se desplacen a reforzar la seguridad en Alcorcón, donde desde el sábado pasado se han incrementado las fuerzas del Estado en prevención de nuevas reyertas. Fuentes del SUP apuntaron que el aumento de policías que en estos momentos está concretando la Jefatura Superior de Policía Nacional de cara al fin de semana harán «suficientes los efectivos, sin lugar a dudas», puesto que se han previsto unidades de intervención antidisturbios, Alazanes y Centauros, entre otros, con el fin de «ir blindando la ciudad».

«Mi hijo no fue a esperar a los latinos a la puerta del instituto. Me dijo que se había reunido como siempre con sus amigos de la Escuela Taller de Jardinería, y que se colocaron todos para las fotos, aunque parecen...». Quien así habla es la madre, atemorizada, de uno de los jóvenes que apareció el martes pasado en la fotografía de portada de M2, todos ellos con el rostro irreconocible. «A pesar de eso, a mi hijo se le puede identificar y por eso estoy recibiendo amenazas. No puedo ni salir a la calle». Todos los miembros del grupo remarcaron a la redactora de M2 que estaban a la puerta del instituto a esperar a que saliesen los latinos.