Bergé Automoción, (BA) uno de los seis grandes grupos mundiales de distribución de vehículos, obtuvo en 2006 una facturación de 2.000 millones de euros. Esto representa un incremento del 33,3% respecto al ejercicio precedente, cuando obtuvo 1.500 millones de euros, según manifestó ayer Fernando D'Ornellas, consejero delegado del grupo español.
En concreto, Bergé Automoción movió en 2006 un total de 105.000 vehículos, tanto a través de retail como de distribución, lo que representa un crecimiento del 12,3% respecto a 2005. Para el presente ejercicio, Bergé Automoción se ha fijado el objetivo de llegar a los 120.000 vehículos, un incremento del 14,28%.
Estos resultados engloban las operaciones llevadas a cabo por el conglomerado tanto en la península Ibérica como en Polonia y Latinoamérica, donde opera en Chile, México, Argentina y Perú. En concreto, en el mercado americano, el grupo distribuye 11 marcas de vehículos (Chrysler, Jeep, Dodge, Mitsubishi, SsangYong, Fiat, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Ferrari y Kia) a través de concesionarios propios y de acuerdos con otras empresas.
D'Ornellas señaló que muestran una gran confianza en la evolución del mercado polaco, «porque será el primer receptor de las ayudas comunitarias al desarrollo», ya que el país «goza de una buena estabilidad política». También mostró su confianza en el mercado chileno -»el más estable de Latinoamérica»- y base de la estrategia de Bergé Automoción en la región.
Sin embargo, el consejero delegado del grupo español no ocultó que uno de los mercados con mayor potencial de la zona es México. «Allí se venden 1,2 millones de vehículos anuales y las matriculaciones tienen un crecimiento sostenido del 3%, que permiten márgenes de rentabilidad que llegan a superar el 3%», señaló D'Ornellas, quien también destacó la estabilización económica del país desde la llegada del nuevo presidente Felipe Calderón en sustitución de su predecesor, Vicente Fox.
Bergé comenzó a operar en México en 2005 de la mano del grupo chileno Sigdo Koopers, con quien constituyó hace poco más de seis años la sociedad conjunta SK Bergé.
De la mano de sus socios chilenos, Bergé Automoción ya ha extendido sus actividades a otros países de la región como Perú y Argentina, además del país azteca, y prevé hacerlo próximamente a otros dos países de la zona, aunque D'Ornellas declinó aclarar cuáles.
En cualquier caso, indicó que por el momento Bergé Automoción no tiene planes para comenzar a operar en Brasil, el mayor mercado de toda Latinoamérica gracias a sus 180 millones de habitantes y una eterna esperanza de la industria del automóvil por su potencial de crecimiento.
También descartó de forma tajante cualquier tipo de operaciones en Venezuela y Bolivia, países que en los últimos años han contemplado la salida de numerosos inversores internacionales.
Indicó asimismo que en 2007 comenzarán a introducir en la zona marcas de automóviles chinas. En concreto apuntó como posibles socios a Shanghai Automotive Industries Corporation (SAIC) y a Chery. Inicialmente, los vehículos procedentes de la República Popular comenzarán a distribuirse en Perú este mismo año, antes de saltar al vecino Chile.
El consejero delegado de Bergé Automoción -que supone un 65% de la facturación total del Grupo Bergé- agregó que, si bien los vehículos chinos aún presentan problemas de cumplimiento de las normas anticontaminación, esperan tenerlos solventados en un plazo de un año y entonces, hacia finales de 2008, comenzaría la venta de estos vehículos en España y el resto de los mercados europeos en los que ahora opera el distribuidor de automóviles.
D'Ornellas también señaló que el grupo estudia actualmente la introducción de la marca india Tata en Latinoamérica, así como la importación a España de vehículos de otros fabricantes asiáticos.
Por último, el máximo ejecutivo de Bergé Automoción dijo que el grupo anunciará en los próximos días un acuerdo con un socio, previsiblemente un banco español, para comenzar a operar en Latinoamérica en el terreno de la financiación de la compra de vehículos. Apoyo que facilitaría el objetivo de amentar las ventas en la región.
Diversificación geográfica
Alcanzar una cifra de ventas de 105.385 automóviles ha representado para Bergé Automoción superar por primera vez un listón que la compañía consideraba «psicológico». El mayor distribuidor español de vehículos mantiene su país de origen como el principal mercado en el que opera y del que obtiene la mayor parte de sus ingresos, un 70%. En un año en el que el mercado automovilístico español pisó el freno con una caída de matriculaciones cercana al 2%, las entregas de las marcas bajo el control de Bergé crecieron prácticamente un 11%, con casos destacados como fueron las matriculaciones de Lexus, -marca de gama alta perteneciente a Toyota- , SsangYong o Isuzu.
No obstante, el grupo distribuidor lleva ya años adaptando su estructura para internacionalizar el negocio y diversificar así sus fuentes de ingresos. Además de Portugal, Bergé distribuye automóviles en Polonia y se ha hecho fuerte en cuatro grandes mercados suramericanos como Perú, México, Chile y Argentina. Hoy por hoy, las ventas procedentes de este área internacional ascienden a 33.000 unidades, un volumen similar al que tienen algunas de las marcas automovilísticas que operan en España.