Un agente secreto británico que propuso realizar un atentado suicida contra Adolf Hitler durante la II Guerra Mundial fue disuadido por el MI5 de llevar a cabo el asesinato, según archivos de la guerra que se han hecho públicos recientemente.
La oferta de asesinar a Hitler en una misión suicida fue presentada por Eddie Chapman, ladrón profesional especializado en abrir cajas fuertes, que fue entrenado por los nazis como espía, antes de convertirse en uno de los más eficaces agentes doble británicos, cuyo nombre secreto era Zigzag.
Chapman cumplía condena por robo en la cárcel de Jersey cuando los nazis invadieron las islas del canal en junio de 1940. Fue reclutado por la Abwehr, los servicios de Inteligencia del Ejército alemán, y se lanzó en paracaídas sobre Gran Bretaña en diciembre de 1941. Inmediatamente después, desertó al campo del MI5, los servicios de seguridad británicos.
Durante el interrogatorio del MI5, Chapman, que entonces tenía 27 años, declaró que deseaba regresar a Alemania como doble agente para asesinar al Führer, haciendo estallar una bomba durante un mitin nazi.
En archivos recientemente desclasificados por el MI5 se recoge una conversación entre Chapman y Ronnie Reed, el oficial asignado a su caso. Reed le señaló a Chapman que cualquier intento de asesinar a Hitler sería una misión suicida. «Tenga éxito o no, será liquidado inmediatamente», le dijo. «¡Ah, pero qué manera de morir!», contestó Chapman.
Chapman explicó que su contacto alemán, un oficial de la Abwehr a quien sólo conocía como Doktor Graumann, le había prometido llevarlo a una manifestación nazi si completaba con éxito su misión en Gran Bretaña, y que le colocaría en primera o segunda fila, delante del podio de Hitler.
«Cree que soy partidario de los nazis», dijo Chapman a Reed. «Doktor Graumann mantendrá su promesa, y valiéndome de mis conocimientos de explosivos y de dispositivos incendiarios, sería posible».
Reed estaba convencido de que la oferta de Chapman iba en serio e informó de ello a sus superiores del MI5: «No se le ocurre otra manera de despedirse de la vida que hacerlo con su nombre en los periódicos de todo el mundo y quedar inmortalizado en los libros de Historia».
Reed también creía que a Chapman le motivaba un intenso patriotismo y el deseo de reparar su pasado delictivo. Winston Churchill fue informado de la oferta de Chapman. De hecho, el entonces primer ministro británico se interesó personalmente por el caso Zigzag y pidió que le mantuvieran informado.
Sin embargo, por razones aún desconocidas, se rechazó finalmente la oportunidad de matar a Adolf Hitler. El profesor Foot, destacado historiador de la II Guerra Mundial, cree que la decisión se debió posiblemente a una serie de factores, entre ellos, la antigua política del Gobierno británico contra el asesinato de jefes de Estado de otras naciones y la desconfianza hacia Chapman, un delincuente habitual.
«El SOE [Ejecutivo de Operaciones Especiales: Special Operations Executive] tramó un plan para asesinar a Hitler en 1944, pero también fue rechazado», afirma Foot. «En parte, porque se consideró imposible que un agente armado pudiera acercarse a Adolf Hitler, y también porque se creía que Hitler era más útil vivo que muerto, puesto que para entonces estaba claro que su estrategia era errónea».
Chapman regresó al final a Alemania como doble agente, pero su superior, el coronel Tommy Tar Robertson, le indicó expresamente que «no llevara a cabo ninguna operación descabellada».
Chapman logró convencer a los alemanes de que había completado su misión en tierras británicas y obtuvo la Cruz de Hierro por su «increíble entusiasmo y éxito», convirtiéndose así en el único británico que ha recibido esta medalla. En 1944, recibió órdenes de volver a lanzarse en paracaídas sobre Reino Unido, donde participó en una eficaz operación de engaño para desviar los lanzamientos de las bombas volantes V1.
El MI5 acaba de desclasificar 1.800 páginas de documentos sobre el caso Chapman. El último de los archivos de Zigzag, que incluye información sobre el plan de asesinato, fue transferido el mes pasado a los Archivos Nacionales.
Confabulación
Las nuevas pruebas sugieren que el espía alemán Doktor Graumann, cuyo nombre real era Stephan von Groning, quizá estaba animando a Chapman a llevar a cabo el asesinato. Al igual que muchos oficiales de la Abwehr, era un detractor de Hitler. Su oferta de introducir a Chapman en un mitin nazi sugiere que sabía lo que tramaba y que posiblemente ambos hombres estaban confabulados.
Chapman sobrevivió a la guerra, tras ser agasajado por ambos bandos, y recibió un perdón no oficial por sus delitos cometidos antes de la guerra. Falleció en 1997.
Uno de los motivos para no emplear a Chapman como asesino pudo haber sido las espantosas represalias que siguieron al asesinato, en mayo de 1942, de Reinhard Heydrich, posible sucesor de Hitler, a manos de partisanos checos entrenados por los británicos.
Pero también es posible que se descartara la idea porque Chapman -«un socio de ladrones», según dijo un oficial del MI5- no era el tipo de persona que debía enviarse en una misión de esta naturaleza.
«En los sectores oficiales británicos se pensaba que no se podía confiar en nadie que hubiese estado en chirona», sostiene Foot.