NAIROBI.-
El embajador estadounidense en Kenia, Michael Ranneberger, se reunió ayer con el líder de los islamistas somalíes, el jeque Sharif Ahmed, que está siendo custodiado por los servicios kenianos de Inteligencia en Nairobi, según confirmó a Reuters una fuente diplomática que quiso permanecer en el anonimato y declinó dar más detalles.
Ranneberger ha asegurado que Ahmed puede ser un potencial actor clave en el proceso de reconciliación entre el Gobierno interino somalí y el movimiento islamista al que derrocaron las tropas gubernamentales de Mosgadiscio con apoyo de soldados etíopes a finales de año.
El embajador mantiene que cualquier somalí que renuncie a la violencia y el extremismo tendrá un papel que jugar en la transición del Cuerno de Africa.
Ahmed, una de los rostros más visibles del derrotado Consejo de Tribunales Islámicos (CTI) durante los seis meses en que la milicia se mantuvo en el poder (sobre todo en la zona sur de Somalia) se rindió en la frontera entre Kenia y Somalia. Actualmente está siendo custodiado en un hotel de las afueras de Nairobi por los servicios secretos de Kenia.
Refugio en Yemen
Fuentes diplomáticas aseguran que Kenia, y probablemente EEUU, tuvieron un papel mediador en la rendición de Ahmed. Un funcionario keniano señala que Ahmed pretende buscar refugio en Yemen, y que Kenia no le enviará a Somalia por el peligro de que le asesinen allí. Kenia está tratando además de presionarle para que emprenda conversaciones con el primer ministro somalí, Alí Mohamed Gedi, que se halla en Nairobi, pero Gedi las ha rechazado hasta ahora, según estas fuentes.
Un avión de combate AC-130 de la Fuerza Aérea estadounidense ha lanzado un segundo ataque aéreo contra supuestos miembros de Al Qaeda en el sur de Somalia, según informó ayer The Washington Post, citando a responsables de Estados Unidos no identificados. Ese diario aseguraba al cierre de esta edición que no había información sobre los resultados concretos del ataque. El portavoz del Gobierno somalí, Abdirahman Dinari, dijo desconocer la existencia de un segundo ataque estadounidense.
Un AC-130 atacó hace dos semanas lo que para Washington era un grupo de agentes de Al Qaeda que huían entre las fuerzas islamistas derrotadas por el Gobierno somalí. Esa fue la primera acción abierta de Estados Unidos en Somalia desde el final de una desastrosa misión de paz en el año 1994. Washington cree que islamistas somalíes protegieron a miembros de Al Qaeda acusados de bombardear dos embajadas de Estados Unidos y un hotel de propiedad israelí en el este de Africa.
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