Viernes, 26 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6249.
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«Las galas de premios son un coñazo», admite José Corbacho
El presentador de la ceremonia de los Goya recurrirá al humor y espera que el cine español «sepa reírse de sí mismo»
BORJA HERMOSO

MADRID. - Ayer, a eso de la una del mediodía, un tipo de aspecto estrafalario y sombrero imposible que atiende al nombre de José Corbacho pronunció la siguiente frase: «Las galas de entrega de premios son un coñazo, y cuando se emiten por televisión son, además, un peligro». Hay que decir que Corbacho, showman televisivo y director de cine (Tapas, Premio Goya a la Mejor dirección novel el año pasado), será este domingo el encargado de presentar la XXI ceremonia de los Premios Goya.

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Es pronto para saber si esa frase suya acabará siendo premonitoria, pero lo que sí se sabe es que está basada en la experiencia: un recordatorio de lo ocurrido hace un año por estas fechas con los Goya, cuando la retransmisión de la gala en TVE perdió casi un millón y medio de espectadores con relación al año anterior. Las causas de aquel desastre fueron dos: las infinitas dosis de aburrimiento incluidas en la ceremonia dirigida por Fernando Méndez-Leite y la hora de final de emisión... ni más ni menos que las dos menos cuarto de la madrugada de un domingo, momento estelar en el que ni los vampiros siguen levantados para ver algo así en la tele.

Las dos cosas, contenido y horario, provocaron entonces una lluvia de críticas de tal magnitud que hicieron tocar fondo a lo que común y pomposamente suele denominarse la gran fiesta del cine español. Porque mucha gente opinó que, utilizando las palabras de Corbacho, la cosa se había convertido en eso, en «un coñazo».

Desde entonces, la Academia del Cine -entidad organizadora de la gala- ha cambiado de presidenta, ha cambiado de sede y ha cambiado de intenciones. Angeles González-Sinde sustituyó recientemente a Mercedes Sampietro, la institución dejó su muy precario hogar de la calle Sagasta por un palacete de relumbrón en la calle de Ponzano y su junta directiva, sabedora de que el Waterloo goyesco del año pasado no puede repetirse, vio en José Corbacho a la gran esperanza blanca capaz de rescatar los dorados tiempos del Gran Wyoming o Rosa María Sardá.

«Pero yo no vengo a salvar nada», avisó ayer el intregrante de la productora catalana El Terrat, quien ya había sido tentado el año pasado para hacerse cargo de la gala. ¿Qué hacer para luchar contra el coñazo y el peligro? Según José Corbacho, no hay mejor arma que el humor. «Otras veces se ha recurrido más a la emotividad, a las emociones, pero esta vez vamos a luchar con el arma del humor, en un país en el que tampoco se hace demasiado cine de comedia; yo espero que la gente del cine español sea capaz de reírse de sí misma, ya veremos, aunque yo creo que sí», explicó el maestro de ceremonias.

En efecto, habrá que esperar a la noche del domingo (22.00 horas en La Primera, en falso directo, ya que la gala arrancará en realidad a las 21.30 horas) para comprobar esa capacidad autoburlesca de la fauna ibérica del celuloide. Habrá que esperar para ver cómo se toman algunos y algunas las parodias que el inefable showman de la troupe Buenafuente está dispuesto a poner sobre el escenario del palacio de Congresos Juan Carlos I de Madrid, en una gala que durará, según el presentador, «como unos 150 o 160 minutos, sin contar cortes publicitarios».

El interesado no eludió ayer tirar un poquito de la manta para anunciar el color: «Sí, haré parodias alrededor de algunas de las películas nominadas... ¡me lo estoy pasando muy bien haciendo de Penélope Cruz, de Alatriste, de Fauno y de Salvador!», bromeó Corbacho. En cualquier caso, aprovechó ayer para curarse en salud. «Convertir una gala de premios como esta en un espacio de televisión es algo muy complejo, y exigirle una rentabilidad de audiencia como producto televisivo es muy delicado».

El presupuesto total de la gala asciende a 600.000 euros, según el productor de la misma, Emilio Pina, quien explicó que esa cantidad se cubre con los derechos de emisión por parte de RTVE y con las aportaciones de los patrocinadores privados de la Academia del Cine «y otros colaboradores», pero no quiso dar más detalles. Él y José Corbacho desmintieron rotundamente la información publicada ayer por el diario La Razón en el sentido de que RTVE abonará 360.000 euros a la productora El Terrat.

Volver, de Pedro Almodóvar; El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro; Alatriste, de Agustín Díaz Yanes, y Salvador, de Manuel Huerga, son las cuatro películas que librarán la batalla principal, en la categoría de mejor filme español de 2006. Pero los Goya tienen ya su primera baja: dos días después de su fracaso en las nominaciones de los Oscar, la productora El Deseo confirmaba ayer que Almodóvar no acudirá a la gala.

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