Moretti había sido elegido el pasado diciembre para la plaza con el fin de reactivar el festival turinés ante la competencia que suponían otros certámenes, como la histórica Mostra de Venecia o la recién nacida Fiesta del Cine de Roma. Sin embargo, a los dos días tuvo que renunciar al cargo cuando surgieron polémicas por la línea que quería imprimir al festival, según Efe.

El director de Caro diario (1993), La habitación del hijo (2001) e Il caimano (2006) expresó su satisfacción por haber resuelto todos los problemas y explicó que su cambio de idea se debió a la aprobación de que el festival no perdiese su identidad de certamen dedicado a los jóvenes.

«Yo había puesto dos condiciones para mi posible regreso: que se llegase a un acuerdo sobre las líneas futuras del festival y mi candidatura, y que se mantuviese la sintonía con la Asociación Cine Jóvenes, que ha gestionado durante los 25 años de historia del festival», señaló Moretti.

Durante su presentación, el director puntualizó que el Festival de Turín «no se pondrá en competición con Venecia o Roma», pues «tiene un ADN completamente diferente a éstos. Aquí se percibe otra atmósfera, pero creo que Italia necesita los tres festivales».