Así, el representante de CCOO no se opuso a que un «porcentaje relativamente pequeño» del Fondo se invierta en renta variable, pero insistió en que debe buscarse una fórmula donde los riesgos sean limitados y ello no genere distorsiones en los mercados de valores.

García, en declaraciones a Europa Press, señaló que existen problemas para colocar el Fondo de Reserva en deuda pública dada su dimensión (más de 35.000 millones de euros). «Esto está generando un efecto secundario, el de secar el mercado, es decir, que otros agentes que quieren acceder a deuda pública no pueden hacerlo», explicó. Por ello, dijo, los ministerios de Economía y Trabajo están estudiando la manera de «colocar más fácilmente» el Fondo de Reserva, pero minimizando los riesgos. Se trataría, en definitiva, de garantizar la seguridad de las inversiones, sin perjudicar la emisión de deuda pública y sin pervertir los mercados de valores.