IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
ROMA.-
Italia castigará con penas de cárcel a quienes se atrevan a negar públicamente el genocidio sufrido por el pueblo judío a manos del régimen nazi (negacionistas).
Siguiendo las recomendaciones del Gobierno alemán, el Consejo de Ministros, encabezado por Romano, Prodi, aprobó ayer por unanimidad un proyecto de ley que introducirá en el Código Penal italiano un nuevo delito, el de «instigación a cometer crímenes contra la Humanidad y apología de los crímenes contra la Humanidad», que prevé penas de de prisión a los culpables.
Y no sólo eso: el proyecto de ley obliga a que se publique en un periódico de difusión nacional la sentencia condenatoria contra aquellas personas que osen negar el Holocausto. Se trata de una normativa que, siguiendo los pasos ya emprendidos por nueve países de la Unión Europea (Alemania, Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia), pretende tapar la boca a tipos como David Irving, el negacionista británico que en 2005 ya fue condenado a tres años de cárcel en Austria, quien esta semana proclamaba en la televisión italiana que Auschwitz no era más que «un parque temático para turistas».
Oleada de críticas
Sin embargo, la decisión del Ejecutivo italiano de prohibir taxativamente la negación pública del Holocausto ha desatado una cascada de críticas. Un grupo de 200 intelectuales hizo un llamamiento al ministro de Justicia, Clemente Mastella, para que no llevara al Consejo de Ministros su propuesta al respecto, argumentando que castigar a los que niegan el Holocausto supone transformarles en mártires.
«El texto no contradice la norma constitucional que reconoce el derecho de libertad de opinión. Se trata de un delito relacionado con la negación de datos históricos y con la instigación de comportamientos que podrían reproducir crímenes contra la Humanidad», argumentaba Giovanna Melandri, ministra de políticas juveniles y de deportes.
De hecho, uno de los principales argumentos que los defensores de esta legislación esgrimen es que puede servir para evitar que muchos jóvenes caigan en el error, cada vez más frecuente, de pensar que el Holocausto de seis millones de judíos no existió.
Pero no todos opinan así: «Es fundamental transmitir la memoria histórica a las jóvenes generaciones, pero no creo en la eficacia de las acciones represivas», sostiene Paola Balducci, de Los Verdes.
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